Hay cosas que
dependen de tu pulso y empeño. Hay cosas que dependen de tu postura
ética, lírica, ergonómica. Y con esas cosas tendrás amigos,
tendrás amor, vendrán de la mano de tu suerte o dándole las
gracias a la alegría o al dolor que pusiste en ellas. Encontrarás
que la vida está preñada de sorpresas, las que te hacen crecer
flores en los ojos, y las que las queman. Obtendrás tu luz propia,
no obstante, por azar o insistencia, por amor, por estribor, y
acogerás esa fina conciencia que intuías en los gemidos del pavo
que abrieron tu hervor, los arrebatos de tu efervescencia y sabrás,
reposada, que para vivir no bastaba con amar y ser amada, pues además
del amor habrás de observar su pertinencia, su grado, su
temperatura, enfoque y ocasión. Y vas a saber, serena, que la vida
se empeña en machacarte, caprichosa, con preguntas sencillas sin
respuesta. Pero tú, tú sonreirás por tu carne blanca. Tú
sonreirás, desde tus vellos escondidos, por ciertas esperanzas
secretas. Con esa fe sencilla que pones en las cosas, harás que
caminen a tu lado, con ángulo sabio y conveniente verás cómo todo
se pone de tu parte y vivirás. Vivirás con el gesto alegre, el
andar bello, nervioso, impaciente. Hacia el sembrado o hacia el
futuro ignoto. Pasearás tu belleza criada con caricias, mientras la
moldeas con rasguños, ilusiones, mentiras y certezas. Y enmedio de
la tormenta de avatares y pequeños sucesos insignificantes que
colorean tu universo, dirás cosas que te construyen y no me
importan, dirás himnos, dirás amor y dirás mierda. Y mientras, el
bolígrafo se me está gastando, pero tu respeto irá por buen
camino, seguramente, tu espíritu ennoblecerá sus carnes con tino,
con luz y arrojo, seguramente. Me llevarás presente, me echarás en
el olvido, qué importa. Sólo tu risa, sólo tus buenas intenciones,
sólo tus valientes decisiones cuentan. Trabajarás los alientos que
esconde tu cuerpo, dirigirás, con seguridad, las tensiones del alma.
Por eso, siéntate
de una vez, muchacha, como te he dicho. Hazme lo que tienes que hacer
como te he dicho doscientas veces que lo tienes que hacer. ¿Qué
trabajo te cuesta?
.
mmmm...
ResponderEliminarLa verdad, ni sé quién eres(seguramente no es tan importante), ni sé cómo tomarme tu comentario.
Eliminar