cada vez que hace señales
cada vez que muestra acercamientos
a algo que me incumbe.
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31 de enero de 2015
LITTLETALKING
Va y le dice Rajoy a la Soraya:
-Do you speak Ingrid?
-No, sorry, I only speak Encarni.
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-Do you speak Ingrid?
-No, sorry, I only speak Encarni.
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Una mujer
tengo atravesada
y oculta,
de mí
de los demás
de ella misma, y estoy
cansado de
mis esperanzas sin iniciativa.
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y oculta,
de mí
de los demás
de ella misma, y estoy
cansado de
mis esperanzas sin iniciativa.
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30 de enero de 2015
27 de enero de 2015
LA RIVOLUZIONE SIAMO NOI
Hoy, en la cima del Cerro Alaminos, pan y agua del pueblo. Cuatro naranjas. Pinos grandes orientados por el viento, vencidos mirando hacia el mar. Lirios de campo, ombliguitos, palmas enanas y algarrobillos de un metro. Grandiosos.
Sol de las diez. Y silencio del sur. Todo latiendo a la vez.
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25 de enero de 2015
SÍ, ADIOS
Para mi, algunas cosas son difíciles y son fáciles al mismo tiempo.
Difíciles de sobrellevar, superar o manejar.
Pero fáciles de sobrellevar, superar o manejar si tengo un gesto para hacer honor a mis intuiciones, dando curso a lo que creo que debo hacer, no "por deber", sino por pura cortesía para con la vida: siento cosas de las que no debo esconderme, aunque no estén de cara, y debo darles curso, aunque no sepa en qué acabarán, sólo porque estoy vivo. Y debo estar contento por ello, y por sentir cosas que ennoblecen la vida.
Esas cosas que no sé a dónde me llevan, al parecer, tengo que mantenértelas entre líneas, por respeto a un "pero" que me pusiste en un mensaje, por respeto a ese espacio tuyo que no conozco. Esas cosas, en mí, no están entre líneas, están en mi vida diaria, y siempre me pregunto por qué debería ocultártelas o disfrazártelas.
Me pregunto pero no me respondo.
Sólo sigo adelante, bajo mínimos, enmedio de este silencio, haciendo lo posible por saber que esas cosas que tú prefieres entre líneas y te despiertan los "peros", no me están bloqueando.
Tengo que hacer lo posible por mantener limpio el SÍ que tengo pintado en la cara.
Mantenerme aferrado a ese SÍ supone, a veces, un adios a toda la gente que no sabe o no quiere o no comprende esa energía. Un adios a toda la gente que no soporta mi intensidad.
Supongo que toda esa gente a la que digo adios, acabará entendiendo por sus medios, en conversaciones ajenas, que no es lógico darle la espalda a quien eres, sólo porque otros no lo entienden. Que dejar de seguir tus propios ritmos vitales, condicionarlos, adaptarlos al ritmo de otra gente, puede favorecer la convivencia, sí, pero es una manera de darle la espalda a la vida, que es un ratoncillo frágil que nunca pasa dos veces por el mismo sitio.
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DOMINGO
Feliz Domingo. No
es el único día de creer y por supuesto
tampoco el único
día por crear. Supongo ahora
que Dios descansó
en Domingo, por dejarnos metáfora
de nuestra parte ineludible
en el crear del Todo.
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es el único día de creer y por supuesto
tampoco el único
día por crear. Supongo ahora
que Dios descansó
en Domingo, por dejarnos metáfora
de nuestra parte ineludible
en el crear del Todo.
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DE BAR 3
Entro,
veo el plan y reboto pafuera. Después
a cuatro pasos a mi espalda
en mitad del frío de la calle vacía
me llamas,
que no te había visto,
y me dices te digo qué haces,
nos intercambiamos las consabidas
elusiones y sonrisas de nuestros
cinco minutitos al año.
Más guapa y más grande cada vez
me estaba yo diciendo cuando
en un suspiro
con la izquierda te lanzas no sé
a arreglarme las arrugas del gorro. Entonces
se me han quitado de pronto
las ganas de intentar hablarte,
las ganas de saber
quiénes somos frente a frente
qué estaremos echando en falta
cuando nos damos la espalda.
Has acabado con tu inconsciente caricia
y a mí se me han derramado las fuerzas
para serte guapo.
Y me digo
una más
una vez más
asomada a tu balcón dejando escapar
invisibles inadvertidos
cariños de fuego amigo temerario
sin tener que cruzar la calle.
Sigo
por mi parte
tontamente fuerte
adornándome canciones
afilando cuchillos
jugueteando dentelladas
dando lustre
tensión y brillo
a mi látigo de seda.
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veo el plan y reboto pafuera. Después
a cuatro pasos a mi espalda
en mitad del frío de la calle vacía
me llamas,
que no te había visto,
y me dices te digo qué haces,
nos intercambiamos las consabidas
elusiones y sonrisas de nuestros
cinco minutitos al año.
Más guapa y más grande cada vez
me estaba yo diciendo cuando
en un suspiro
con la izquierda te lanzas no sé
a arreglarme las arrugas del gorro. Entonces
se me han quitado de pronto
las ganas de intentar hablarte,
las ganas de saber
quiénes somos frente a frente
qué estaremos echando en falta
cuando nos damos la espalda.
Has acabado con tu inconsciente caricia
y a mí se me han derramado las fuerzas
para serte guapo.
Y me digo
una más
una vez más
asomada a tu balcón dejando escapar
invisibles inadvertidos
cariños de fuego amigo temerario
sin tener que cruzar la calle.
Sigo
por mi parte
tontamente fuerte
adornándome canciones
afilando cuchillos
jugueteando dentelladas
dando lustre
tensión y brillo
a mi látigo de seda.
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23 de enero de 2015
BANDEÁNDOME
entre el amor
y la fascinación.
Que también tengo derecho
a la duda,
a la equivocación, al relajo.
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y la fascinación.
Que también tengo derecho
a la duda,
a la equivocación, al relajo.
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SENTIDO
Amar/ser amados.
Venimos a eso.
Todo lo demás
son sólo
añadidos, máscaras, disfraces, elusiones, despistes, cobardías
de lo único que importa.
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Venimos a eso.
Todo lo demás
son sólo
añadidos, máscaras, disfraces, elusiones, despistes, cobardías
de lo único que importa.
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20 de enero de 2015
18 de enero de 2015
DEMASIADO OCUPADO
Demasiado ocupado en saber
quién eres tú
quién soy yo,
para ocuparme en intentar saber
lo que de ti
lo que de mi
está sobrando
está faltando en nosotros.
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quién eres tú
quién soy yo,
para ocuparme en intentar saber
lo que de ti
lo que de mi
está sobrando
está faltando en nosotros.
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15 de enero de 2015
DE BAR 2
Pues si los bocadillos
son así,
en realidad no importa
que la decoración sea
un San Pancracio
mirando a un vaso vacío de plástico fucsia.
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son así,
en realidad no importa
que la decoración sea
un San Pancracio
mirando a un vaso vacío de plástico fucsia.
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13 de enero de 2015
Tengo que quemar la pradera,
los bordes de tu jungla.
Todo con buena cara.
de forma positiva.
No vaya a ser
que no entiendas las maneras
de mi educación.
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DOCUMENTO 2
Es mejor repartirme, pensando en muchas,
aunque luego duerma solo,
que
volver a pensar sólo en ti,
y saber que voy a dormir solo.
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12 de enero de 2015
DOCUMENTO 1
Amo a una mujer que me quiere a su manera.
Amo a mujeres que no les digo y ni se enteran, a mujeres que corren velos tupidos y ponen pies en polvorosa cada vez que saco este tema. Amo a mujeres que ya tienen amor por sus hijos, amor para sus hombres y mujeres, amor por su elección, por su instrumento, por su voz, por su presencia, por su despertar y por su estar en el mundo. Por tímido o remilgado, por tonto, por raro, por educado o comedido yo me callo, pero no, que lo sepan, que por dentro yo me estoy preguntando en qué habitación de sus tripas podría poner yo una mariposa, si pudiera tener yo un platito reservado el día que su corazón ponga la mesa.
Amo a mujeres que no les digo y ni se enteran, a mujeres que corren velos tupidos y ponen pies en polvorosa cada vez que saco este tema. Amo a mujeres que ya tienen amor por sus hijos, amor para sus hombres y mujeres, amor por su elección, por su instrumento, por su voz, por su presencia, por su despertar y por su estar en el mundo. Por tímido o remilgado, por tonto, por raro, por educado o comedido yo me callo, pero no, que lo sepan, que por dentro yo me estoy preguntando en qué habitación de sus tripas podría poner yo una mariposa, si pudiera tener yo un platito reservado el día que su corazón ponga la mesa.
También amo, por supuesto, a algunas mujeres a las que les
dejo caer un no, que siempre tiene su razón, pues el amor es porque sí cuando
es, y es porque no cuando no, y entregándote a saber esto, el amor siempre es,
y es lo único que importa. Espero que a esas mujeres, por sus medios, les
llegue también la justicia de ese argumento. Cuando llegan a mi puerta y siento
que no sé decirles un ahora, cuando sé que no tengo para ellas ni un centímetro
de mi cuerpo, creedme que de entrada me comen los demonios de ver cómo se
malgastan su noble ansia, sus preciosos sudores, pero cada vez que me he intentado
explicar, no he dejado de ver que malentendían pistas, esperanzas. Y yo sé que
no. Y sólo puedo responder con mudo respeto.
Con todo este silencio de más, con toda esa tentativa de
menos, a nadie ha de extrañar mi pinta de falso hombre libre que duerme solo la
mayor parte del tiempo. En fin, todo esto, observarás, está pasando en el
estricto y descarnado marco de la soledad, y así tengo tiento e intimidad para
poner redacción a las oscuras suciedades del deseo. Con todas esas mujeres que
pasaron, con las que no van a llegar, con las que espero, sabiendo que el amor
es sólo ahora, instantáneo, esclarecedor, innegociable y exigente, con ellas
hago en mi corazón un banquete del que a veces consigo adornar y compartir un
plato. Con todo ese amor indescriptible que me trae y me lleva, ese que nos
viene como hermosa flor, también como espino o mala yerba, con todo ese amor
que no sé manejar, escribo burlas, himnos, requerimientos, escribo mis ansias,
escribo facturas, pagarés, cheques en blanco, escribo quejas, debilidades,
escribo resguardos, justificantes, pliegos de descargo, escribo vencimientos y
rupturas, escribo idearios, suplicatorios y memorandos. De todos modos, ahora
me acuerdo, el amor es ahora, el amor es general, y conoce y trata por igual,
manteniéndolos unidos, a sus soldadas y soldados. Como en realidad los nombres,
en sus filas, no importan demasiado, en mis cuentos mis mujeres se llaman Ella.
Con ellas en ese nombre, voy dibujando para siempre a la mujer que quiero. A
ésa ni le pregunto ni me contesta. Su corazón es justo de mi talla, y todos los
días le pongo un poquito, y todos los días peleo para
que mi amor sea digno, peleo para que tenga su sitio en ese amor que Ella tiene por la vida entera.
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10 de enero de 2015
6 de enero de 2015
CARBÓN
Me siento cansado, querida, mayormente.
Cansado, apartado en la acera sucia.
Los vecinos me miran, aunque no quiero
hablar con nadie.
Unos ponen cara de te lo dije, otros
maldisimulan muecas de miedo
por mi tormenta bíblica. Hastiado
me siento, exhausto me conformo, y miro
las tiendas vacías, las gotas
que caen sobre el cemento
resquebrajado.
Pasan los coches, los niños
refunfuñando,
los pequeños emprendedores
con sus caritas sucias, sus
tontas ilusiones en ciernes. No tengo
alma ni cuerpo para meter mano en nada.
No encuentro
fuerzas para desear que todo reviente.
Me pregunto,
apenas, si todo podría haber pasado de
otra manera,
y no de la manera que ha pasado.
Pienso en ti
y sólo me quedan los rescoldos de una
expiración que se agota.
Pienso en ti y está de más
echarte de menos, malgastar tinta
aliento en tanta inútil barata poesía
que te la suda
que no te llega
que te estorba
que te supera
que te acalora cuando ingenuamente te
sientes a salvo de mi,
de mi mirada anhelante
de mi corazón curioso
de mi calor localizado
de mi furor paciente.
Mis tonterías, mis pesadeces, niña,
ya no encuentran papel para dibujarte.
Ya no me queda,
sentado en la acera fría,
fe para el desconsuelo,
convicción para el deseo
ni huevos para la espera.
Tu tiempo es un pan rancio.
Tu recuerdo es un negro pasillo
desangelado, las paredes
alejadas de la cruz de mis brazos, de
manera
que en la espesa oscuridad nunca sé
si avanzo si retrocedo,
no sé si voy hacia el muro interminable
o hacia las resoluciones lógicas de
esta cierta puta amargura.
En fin, como un bobo enajenado
me ocupo en dibujar corazoncitos de
carbón desesperado,
mientras barrunto estúpidas soluciones
en el estómago de esta ballena varada
que se descompone a mi alrededor.
Pobrecillo, dirás,
sonriendo con los labios menores de tu
ombligo,
cuán indefenso, citarás, de alguno de
tus libros,
a tu coro de admiradores del Tinder,
pero ya me ha envejecido la pena por el
tiempo malgastado.
El negro, cuando ya no le queda por
oscurecer,
se desarrolla oliendo a podrido, y
suelta los dientes de leche
salpicando una risa macabra, de manera
que todo va desfilando, resolviéndose
sin orgullo, en espiral,
hacia el sumidero de un maloliente
incendio oscuro.
Te tocará un payaso y te volverás loca.
Te escribirá un amigo común, lo sé,
y me pondrás florecitas
de condescendiente normalidad
en tu postureo egocéntrico,
mientras me juras y perjuras
que ésto en realidad
estalla
mientras me sueltas, livianamente,
que ésto, en verdad,
es una erupción que se te va de las
manos,
y qué quieres que te diga,
y me dejas sin palabras,
y qué poco me conoces,
y me muero me muero, y en fin,
todas esas cosas
que tú te dices a ti misma
para salvar los escalones de tu
angustia,
tintarte el chocho,
buscarle la boca a veinte,
y amaestrar ratas en la plaza pública.
Yo ya me he perdido, corazón,
conseguiste que me acostumbrara
a vivir sin tu olor, he perdido la
afición
a buscarte los pendejos de debajo de la
cama.
Se me caducan las sonrisas
el fulgor ingenuo
los miramientos. De amor
estuve tentado, aunque nunca
pusiste gusto en tocarme. En la bruma
se me pierden tus pezones
los esbozos de tus pálpitos
los latigazos de tus sentimientos.
Descansa.
Doy zapatazos en la calzada,
pues no tengo un jabón que te limpia.
Doy cabezazos en el cielo,
pues no hay patrón que mande en
marinero,
que grite a los vientos vete, por
babor,
olvídala, por estribor, busca
nuevos horizontes y deja
de intentar bailes en este suelo
podrido, deja
de estirar ilusiones vanas de chicle
sin gusto
ni alimento, deja de sentir
que llegará un día gozoso en que
pensaréis como conejos.
El estómago se me ahueca.
Miro hacia arriba y callo.
Miro hacia arriba y no sé.
Miro hacia arriba, ajeno a los ruidos
lamentables de la calle.
Y vienen las babosas volantes de un
viento frío. Los ecos
definitivos de lo que me querías decir
en todo lo que no me has dicho.
Y no dejo de pensar en cuántas
me abren sonrisas y me perfuman selvas,
en cuántas
me puntean encajes y me encienden tules
por el simple atisbo de mi atención.
Estoy altamente desmotivado para follar
esta noche.
No puedo ponerme a limpiar mis zapatos
en un poema para adultos. Compréndelo.
Miro hacia arriba y nada me parece
más obtuso ni desesperanzador
que retomar el camino por la cuesta
embarrada
que me lleva a la casa de tus besos.
Sinceramente,
nada hay que más necesite
que taponar alguno
de los estómagos que tengo para el
sufrimiento,
dejar de rumiarte
y tirarme de cabeza
a una paz plana y aburrida,
darte un torteíllo en el culo y
despedirme de una vez,
cigarrito y beso,
come más,
piensa bien
y apúntate al zumba.
Coín_5_Enero_2015
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