24 de agosto de 2020

AHORA MISMO ME VAS A DECIR PALABRA POR PALABRA LO QUE LE HAS DICHO A TU HIJA DE MI


Me encontré cuatro pezuñas de cabra de juguete que señalaban un cuadrado en la pendiente hormigonada del callejón de un sueño raro. Me dije, cojo una derecha y una izquierda, es verdad que le rompo el plan a alguna estudianta de arte delirante del desierto silencioso, que por mi pan para hoy ella pierde cuatro angelitos que se la guardan, me dije, uno le da leche, otro le da lana, otro mantequilla, culito de rana. Al final no tuve el valor, y lo dejé todo en su pobre lugar eventual, accidental, gratuito de hambre para mañana, y seguí mi camino sin promesas de peso muerto de espacio de corazón de aire irresoluto mirada torva gesto contrariado para la semana. De todas formas, a última hora, una perra vino a lamerme las heridas, y un poco más allá del sucio crepúsculo que podían ofrecernos los touroperadores, a la altura de Cartagena de Indias, ahí ya me hice con la certidumbre de que tengo que cuidar mi piel hermosa.
Jag.
23_8_2020


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SEÑOR ASHES

Eres feliz o vives alerta.

Jag.
20_8_2020


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NO ES HAMBRE DE CUALQUIERA


Me ves tan nublado inapetente, te piensas ésta es la mía que éste está con lo suyo. Y me oyes tan callado y me haces esos bailes que a ti te parece que me harán precipitar como una lluvia complaciente a la laguna de lo que entiendes. Anda, quita, que mientras tanto, a lo lejos, un pájaro cualquiera, confundido en su bandada, se está componiendo el plumaje, clava uñas, en el suelo bebe un poco, picotea distraído la hoja de un arbusto que adoran y sabe de repente que está pensando por su cuenta. No lo vas a arreglar todo con el corazón voluntarioso, no con inteligencia prepotente. No lo vas a manejar con soltura a golpes de higo, movimientos planeados de cerebro con cadera. Perdóname y deja que me vaya hundiendo y elevando, alterando a mi manera. Yo presiento que todo esto va a empezar a parecerte gordo y puerco, de una belleza vulgar de gorgojos glaseados de vaporosa harina de las estrellas. No estoy demasiado motivado para improvisar explicación mientras te agotas en frases decepcionadas de adulta confortada en el menú inmobiliario emocional de los ancestros. Hago la letra, y no eres tú. Busco una sola lectura y no te pareces. He descubierto que no quiero pensar en nada tuyo. He descubierto, he hecho nacer del barro del solar donde todos esperábais mi casa, un pequeño cuenquito burdo e informe, una cazoleta diminuta primordial y despreciable que nadie quiere. En ella me entretengo solo. En ella remuevo divertido el caldo de un vómito de letras. Da vueltas y vueltas hasta que me canso. Da vueltas y vueltas hasta que te acercas. He tirado bien lejos la cuchara de la fe, servilleta de la esperanza, y que nada nos estorbe. Y que leas a tu ritmo no quiero que mi sopa le guste a una o a uno que pura allí pasaba y no comprende del todo y prueba y no quiero hacerte gracia y no quiero ser el que alguien como tú por ejemplo defina con sus términos ante otras y ante otros. Yo soy otro no soy ese yo lo siento. No quiero que cuando yo no esté delante, no quiero que tus recuerdos que tu boca, no quiero que seas tú quien me defienda.
Jag.
19_8_2020


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POSESO


No es que no crea en la fe que tenga en el progreso de este texto, por ejemplo. Quién soy yo, a ver. Ya sabes que en el trato personal soy otro. A veces perfecto para un encuentro casual, y paciente, ponderado y comprensivo como para emprender conmigo un viaje largo. No, no es eso. Ya sabes que con sólo ponerme a pensar en algo yo solo, me sobreviene como una tonta gravedad. Es como si me poseyera un aire de misticismo, todo se me impregna de una cierta afección por glosar la transitoriedad y la decrepitud. Qué quieres. Créeme que intento siempre mantenerme alegre y educado, soporto la conversación trivial, el parloteo ensimismado de quienes aman escucharse, sin abandonar mi tono jovial, cuidando de no sacar los temas. De todos modos, mi trabajo me cuesta creer que no logres entender que las cosas tantas veces se revelan muertas al poco de empezar a estar. O que no lo quieres ver. Que las cosas tantas veces, con su pobre honestidad, se nos van desnudando pobres, inútiles, y acaban derrumbándose por el peso muerto de su propio sinsentido. Y sí, también a veces se nos mantienen fugazmente pertinentes, eficaces en su ensayo de pujanza. Pero son frágiles ante la verdad ineludible de que todo está cambiando desde que nace hasta que muere. Lo que pasa es que somos vagos y somos lentos y somos ingenuos mirando. Aunque veamos a las cosas en su paso vivo, cómo incluso hacen por desenvolverse con soltura y alegría, todo se está constantemente precipitando hacia su desaparición, o como mucho, hacia su disolución y confusión con otra cosa. Te puedes poner como te pongas. Con un movimiento de culo le quieres quitar la razón a toda la poesía del Barroco. Anda sí.
Yo debo decir que te quería. Tú buscabas con ansiedad palabras para ir asentando ideas y hechos, para ir cerrando cosas, y yo, al paso cambiado, iba sabiendo que sólo podríamos encontrar cobijo en lo que de abierto hubiera en las palabras que encontrásemos, quizá un llano de vivible temperatura, o un cielo sin historia que nos diese aire para respirarnos un momento. Eufemismos, vaguedades, dirás, como si te estuviera viendo. Nunca entendiste lo poco que nos iba a alimentar tu ansia por las certezas. Nunca entendiste que mientras vas y vienes, vida tienes. Nos abrazábamos y nos repelíamos como imanes puestos de culo. Nos topábamos con alguna palabra que parecía ponerle un lacito de color a alguna de nuestras cosas, y tú lanzabas fiestas por los poros, te enardecías celebrando una conquista, una meta. Yo desesperaba callado, porque sólo veía cómo tan absurdamente íbamos esbozando una mentira piadosa, una cárcel. Una cárcel de paja, pero cárcel. Eufemismos, vaguedades, dirás, pero yo te quería. Lo sé ahora, como lo sabía entonces. Y no hay que poner rima ni solemnidad para saber que se acabó lo que se daba.

Jag.
17_8_2020


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NOTICIA DE ÚLTIMA HORA


Te quiero como amigo es ir a por un disco de La Polla Records y que sólo haya de Ramoncín.
Jag.
12_8_2020


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NACES, LO HACES, TE MUERES


Estoy haciendo algo que no sé qué es ni para qué es. Lo estoy haciendo todos los días, a veces con mil de corazón, cero convencimiento, con ganas desalentadas y abatidas en la oscuridad completa, clamor no compartido por mi propia estupidez/inutilidad.
Los callados afectos lúbricos no van más allá de lo testimonial, y tu sonrisa sin más no sirve, más quisiera.
Estoy haciendo algo todos los días, desde un tiempo que no importa, y que imagino que como mucho va a acabar en el gusto de escuchar dos preguntas:
1- ¿Pero cuándo has hecho esto?
2- ¿Pero cómo se te ha ocurrido?
Si me ves distante, llegado ese momento, displicente, falto de paciencia y aún engreído, acuérdate de cómo estoy resistiendo solo, con un vaso de silencio y dos bocados de amor propio. Perdona y comprende lo que puedas, y recuerda que raramente racioné mi apuesta por la alegría, en este tiempo de mierda.
Jag.
9_8_2020


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TAMPOCO ES QUE HAYA QUE SENTARSE A REFLEXIONARLO TODO


Mientras llega el momento claro en que voy a celebrar la vida, ella está retirándose como un aroma fugaz que se pierde sonriendo. Mientras tanto, aquí me quedo con los trastos, la música de los ruidos, y el dormir con su despertar irremisible. Es cuestión de darle unas vueltas a todo esto. El sabor no es peor que si lo hubiera vomitado, la verdad. Hay que seguir adelante, así, en pasivo, hasta que de repente bendito el que viene dulcemente clavando espuelas en los costados de la honestidad. Llegarán estupendas noticias con su alegre trotecillo, a decirte no todo está perdido en este mundo descompuesto, no lo dudes. Mientras eso, aguanta, y mientras tanto, pues tampoco es tan grave. Traga. Es verdad que se adivina algo sólido dentro del diario buñuelo gelatinoso que se te pega al cielo la boca. No es duro ni punzante, es un ovoide de cartílago inofensivo que resbala cuando le clavas el diente. No es que sea un sufrimiento, tampoco te columpies. No es veneno, es grima. No es doler, es asquear. Sobrevivirás. Traga, que no todo está acabado. Mientras le das vueltas a las soluciones que se proyectan y se tiran de panza hacia el mañana, has notado una tensión sutil en la comisura del labio. Es un pelo largo. Con dos dedos lo tocas y te preguntas, será rizado de color caoba. Puede ser, o también negro con reflejo azulado. Es probable, o puede que platino o cano gris ceniza. Y con los dos dedos cogiéndolo te dices del sabor que le está dando a tu vida su acondicionador, o su champú de finas hierbas, o su mascarilla de miel, de huevo, de mayonesa de aguacate.
Mientras llega el momento de celebrar mi puta vida, mientras llega el momento de agradecer a tiempo completo, he intentado que todo eso se quede en un accidente infusionado. Que no tengamos que soportar fans ni cargar con damnificados. Nadie se alarme, pues. He tirado con dos dedos, lo he hecho lo mejor que pude, y ese pelo tiene como un apego más allá de la garganta. Será rizado de color caoba, puede, será negro tizón azulado, probable cano platino encenizado, no recuerdo ya de dónde viene. Ha entrado más allá de la nuez, y está como al corazón agarrado. Ya de poco vale tirar para escupirlo. Traga, entonces, me digo. Traga otra vez, adelante, y que nadie se me excite se me alarme. La gente a la que no le importas también está esperando a ver qué haces.
Jag.
7_8_2020


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POR AQUÍ TIENE QUE VENIR LA MÁQUINA


Escribo sobre lo que tengo, lo que veo, lo que entiendo y lo que no. Escribo sobre lo que quiero y lo que no, escribo sobre lo que puedo, y quiero escribir sobre lo que no puedo escribir, ya ves. Escribo sobre lo que soy, en cierto modo, porque si no es sobre eso, para qué escribir, nunca saldría de lo extraño, y por otro lado, escribir sobre lo que soy, nunca se termina, porque es escribir sobre quien voy siendo, que es como tener una huertecita que no tengo, e ir cada día a preguntar, que es cansado y nunca recoges nada, pero de pronto mira. Escribo sobre lo que soy, porque escribirlo y darlo a leer a la gente le pone a lo que soy un aire generoso, y nunca me deja alejarme de lo humilde.
Escribo para decir esto ahora, porque no veas tú la de planteamientos. Es como entrar en un solar con la arenilla y empezar de un lado para otro por aquí tiene que venir la máquina y hacer un sótano y dos depósitos, y unos cimientos poderosos para sostener toda la casa hermosa que quiero que vaya subiendo por el aire de encima. Al final te lías de entusiasmo con la arena, y no entra la máquina y casi nunca es tan sencillo, pero de pronto un día frustrado enmedio del solar, te das cuenta de que aunque no has construido nada todavía, quien eres ya tiene su sótano y sus depósitos y sus dos plantas con ático desde los que lanzarle besos al mar. Al final esa impresión te dura dos minutos, pero por esos dos minutos, uno sigue todo el tiempo. Quiero decir, más bien, la de planteamientos que escribiendo puede uno poner sobre los sinsabores, los rajones dolorosos y los golpes de suerte de la puta vida, la de intentos que todo el mundo tiene que tener al día para hacerse una simple persona, la de vueltas que pueden darse sin parecer que estés haciendo nada de provecho, y de pronto alguien lee dos letras cuatro párrafos como quien dice, y ya se hace una idea de que eres tal y que estás un poco, y tan alegre se lo compone y tan olímpico te lo suelta. Yo debo decir que me sorprende ese desparpajo y que me colma de vergüenza la vagancia. Que leer no puede ser tan atrevido sin trabajo, me parece. Pero claro, quién soy yo para meterme en lo que la lectora el lector se exijan para comprender y para hacerse. El de la arenilla que está todo el día con la máquina que nadie ve, y ése, tres de cada cuatro son una chalaúra.
Jag.
5_8_2020


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OH, VAMOS


Venga, rehazte y vuelve a ser persona, como antes. Tú sabes, no creo que hayas olvidado cómo habíamos llegado a esto. No. Te equivocas, perdona. No quiero siquiera mirarte a la cara, y verme intentando expresarte vagamente las cosas que en ese momento me estén ocurriendo por dentro. No soportaría que mientras, detrás tuyo, en el fondo de la habitación, desenfocado e insignificante, inmóvil y sin hacer nada por ayudarnos, nos esté mirando un mueble cualquiera, aparatoso y abiertamente inservible que hayamos montado tú y yo juntos.
Jag.
4_8_2020


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CONTROL TETA


Lo que interpretas de mi no es lo mismo que quien soy. Confundes eso, y queda más bien ridículo tu intento por lo íntimo, pues ni me rozas.
Me haces un traje que tú sabrás por qué me haces. Un día me atosiga de estrecho y al siguiente hay paño para vestir a una familia bien avenida, que come toda junta. No hagas remiendos por lo que yo te diga: siempre me sobra, pues no te pedí que me vistas. La arruga, la talla, el color, sólo cambian por las veleidades de tu nubarrón, créeme. No tiene que ver conmigo.
Quizá no entiendas que quien soy es algo desnudo. Que todo lo que me vas añadiendo es un paso en falso, vestida de novia, entrando trémula, sin necesidad, en un lodazal resbaloso.
Mi corazón está desnudo, como te digo, delicado, desvalido pezón pegado a un hielo. Pero no sabes lo claro que es, tan callado y despreocupado, al verlo todo. No lucha y no espera. No sabe a qué atenderá, y ama como tonto, sin enterarse y sin mesura.
Por favor, no entretengas mi tontura con lágrimas de Judas, besos de cocodrilo.
Quédate en paz, sabiendo que respeto lo tuyo, aunque vayas entendiendo que me importa una mierda.
Todo, a veces, es un hermoso y fugaz pequeño trino, escondido en lo profundo del zarzal. A ver dónde habrás leido tú que tan sólo por escucharlo haya que cambiar de vida.
Jag.
2_8_2020


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UN REBROTE DE NORMALIDAD


Ya han publicado el listado de artistas a los que el CAAC compra obra para paliar los efectos de la crisis COVID.
La verdad, no sé para qué vuelvo, tan ingenuamente, a presentarme a concursos/convocatorias diseñados para gremios herméticos. Supongo que, a la vejez, la necesidad te lanza con toda la inocencia, a llamar a la puerta de los cenáculos de toda la vida, buscando atención, que siempre hace falta.
No me han seleccionado, y aunque también contemplo la posibilidad de "no dar la talla" con las propuestas que ofrezco, cuando compruebo que la mayor parte de artistas seleccionados son seguidos por CAAC en Instagram, y además ya están presentes en listas de adquisición de años anteriores, pues, sin ánimo de poner en duda la calidad de esos artistas/obras, yo no dejo de preguntarme por qué convocan un concurso-compra para ayudar "al sector", si ya tienen tan claras sus preferencias. A mi me parece que es lo que estoy viendo desde siempre: justificar el dinero público que se destina a la familia.
No es que para mí sea una sorpresa no ser NADIE cuando hay convocatorias públicas. Siempre que me he presentado, he comprobado que me faltaba algo importante. Aunque siempre he pensado que lo que, dentro de los límites de la honestidad, se me pedía desde esas convocatorias, yo lo satisfacía con creces. Pero entonces, ¿qué es "lo importante" que faltaba?
"Lo importante" en este país, en las convocatorias oficiales que cumplen con los estándares de ecuanimidad y transparencia, queda disfrazado y legalizado, por ejemplo, en la entrevista personal. Nadie lo dice, pero ahí, en lo subjetivo y lo no cuantificable, es donde los jurados evaluadores tienen un espacio de margen para hacer valer la arbitrariedad o los compromisos que han adquirido, bajo cuerda, sus jefes. Esas decimillas de los baremos, que no son negociables, son "lo importante". En algún concurso público, con los números en la mano, he cumplido con creces el baremo de puntuación por publicaciones, el curriculum académico, el artístico, aporto experiencia probada en el puesto solicitado, y después me han puesto un cero en la entrevista. Y aquí estoy, tan libre de explicaciones y tan sueltecito de cargas.
Cuando era más pipiolo, yo me echaba las culpas y me deshacía en lamentos. Me preguntaba en qué he fallado, en qué he fallado, vaya tela. Ahora, miro a quienes sí lo han conseguido, y comprendo de qué está rellena la supuesta meritocracia de este país. Me lo callo.
Cuando estaba allá, no era nadie. Cuando estoy aquí, tampoco. Algunos no tenemos NUNCA nada que conservar. No tenemos más amparo que nosotros mismos.
Todo me suena a lo de siempre, y todo está dentro de lo normal. Esa normalidad, que es como una capa fina y transparente de normalidad, que se superpone a la normalidad de antes, lo único que hace es darle fuerza a la normalidad que les conviene a los de siempre.
Creo que la nueva normalidad sólo va a ser posible coincidiendo con la extinción de las putas abejas. Supongo que para entonces sí que podemos esperar cambios sustanciales. Paciencia y perseverancia.
Jag.
31_7_2020


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EL TIEMPO, LOS ANILLOS


El protagonista del libro que estoy leyendo, llama por teléfono a su ex, para decirle, después de mucho tiempo sin haberse hablado, que su dentista le ha encontrado una inflamación rara en la garganta y le ha dado el teléfono de otro especialista.
He dejado de leer en ese momento, y aunque no era mi plan de esta tarde, me he puesto con el mosaico. De pronto, quería dejar lista una parte concreta, para retomar más despejado y avanzado mañana por la mañana, he pensado.
De todos modos, me estaba resultando imposible seguir leyendo: bajo la ventana del estudio hay una oficina de la comunidad de regantes o algo así. Esta tarde debe haber alguna situación eventual, y llevaban como dos horas discutiendo entre tres o cuatro con uno, que es el que más cargado viene de vinagre, por un asunto de lo que paga la comunidad por una hora de desbrozadora. Siempre sale la voz de la gente como él, más obcecada y rabiosa, por encima de las voces de los demás, que están claramente en el intento de apaciguar hasta traerle a lo razonable.
La voz y las hechuras de la gente de campo me llevan a pensar en los cinco anillos y en Musashi. Mezclan los modos de un poeta con los de un asesino despiadado. Escuchas en esa voz mula innegociable sus argumentos de buey, y se te figura que tienen mayor riego y actividad neuronal en el cogote que en el cerebro. Pero igual que uno escribió páginas recomendando cómo debe estar asentado el meñique de la mano posterior en el mango de la espada al iniciar un movimiento de ataque, éstos, sin tener interés en expresarlo con palabras dichas ni escritas, son los que están prolongando la lucha del respeto por la tierra. Sin poemas, sin épicas y sin nacionalismos, así que cuidado.
También me he acordado de que el protagonista del libro que estoy leyendo, en un sueño, escucha a su abuelo que, ante el tronco cortado de un árbol, le muestra exactamente el anillo que soportó el peso de un ahorcado.
En fin, creo que todo esto es sobre el tiempo, que es una chorrada sobre la que construyes épicas tipo la-flor-más-mierda-que-te-encuentres-es-tu-puerta-de-entrada-a-la-comprensión-de-tu-lugar-en-el-Universo, y esas cosas que los imbéciles acomodados de profesión blanca y liberal te quieren hacer creer que siempre vas a comprender demasiado tarde, a no ser que fluyas y pagues la pasta del cursillo.
Jag.
30_7_2020


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UN POCO MÁS CONMIGO


Alguna vez has llegado a desnudarte con alguien a quien todavía no conoces demasiado.
Alguna vez jugar a la confianza, aquí me tienes, y salen esas palabras que ni a solas. Hechos del atrevimiento. Humor procaz despreocupado. Los defectos alegremente al aire, los complejos, los tatuajes que habías dejado destiñendo, lo mismo.
Alguna vez los olores, las sorpresas.
Las vergüenzas, las enfermedades.
Algunas veces frases de listillo, de sucia, de camarada, de contigo es más que probable. De a ti sí que te lo doy.
Iluminaciones, algunas veces planes, confidencias, pedos bajo el agua.
Todo fueron formas de
quédate un poco más conmigo.
Nunca te desnudaste hasta enseñar tu tristeza,
Jag.
29_7_2020


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PEQUEÑO CREPÚSCULO


Sí, oye, necesito el curro. Y si hablamos de lo otro, más todavía. ¿Puedo decir un poema?
Jag.
28_7_2020


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