7 de enero de 2023

No tengo casa. No tengo dinero. No tengo un trabajo fijo.

 No tengo una idea que haya que salvar a toda costa.

No tengo un alma que me trascienda.
No tengo un color que alguien también quiera.
No tengo sostén para la alegría de nadie.
No hay una mujer que me mire y espere a mi lado y sepa cuándo el viento va a empezar a desfallecer y quedarse sin aliento.
No tengo noticia de que alguien me suspire. Ni por los campos ni tras los cerrojos.
No tengo hijos, y por tanto, cuando llegue la edad en que sin retorno se me vaya estrechando el ansia del horizonte, no tendré hijos que tengan que tenerme.
Fui un abrazo incompleto, salí a encontrarme con el mundo, y no llegué al beso.
Me expreso poco y corro mal. Sonrío a destiempo y quien me odie es por su culpa o porque no sabe más.
Mi nombre está solo en una botella de agua.
Conforme avanza el día, cada vez tengo menos que perder.
Así que soy libre, razonablemente.
Jag.
5_8_22

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