22 de agosto de 2023

SEGUIRIYA 2



 II. DICE PA QUIEN LA MERECE

-Decía que la gente dice que siente dentro de sí a alguien en concreto.
-Decía -sin querer que nadie se sienta juzgado- que eso no tiene ni pies ni cabeza ni palabra ni voz. Que eso es como un dolor. Sencillo de ser y difícil de decir, yo decía.
-Yo te digo: yo creo que es como una certeza dulce y lacerante de que hay en ti algo que es al mismo tiempo de alguien.
-Y no me quiero referir a que tienes la nariz de tu padre. No es de fuera.
-Y no me quiero referir a que tienes el humor de tu padre. No es de dentro.
-No me quiero referir a que tienes dentro de ti algo de alguien. Es en ti. Es en ti y al mismo tiempo en alguien, dondequiera que esté.
-Eso era lo que empezaba a decirte, ya sé que a estas alturas no hacía falta repetírtelo, me parece.
-Como te decía, yo entiendo en mí esa parte que es en mí y es en ti como una embriaguez. Como un éxtasis.
-Y por eso perseguir el corazón de las cosas. Dedicarme al poema, al color y a la mística.
-Y así mis ojos, mucho más allá de mi boca.
-Aunque los ojos, la verdad, pues tampoco me parece.
-Pero lo cierto es que ocurrió entonces, aunque no sabía que lo sabía, y ocurre ahora, o mejor: ahora acontece todo eso en lo que somos, sin que en el tiempo que pasó ni en el tiempo que se escapa, hayamos tenido -por lo visto- el tino ni la necesidad de ponernos a buscarle unas palabras.
-Aunque también comprendería que no hayas llegado al final de esta nota.
Jag.
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