En defensa de las caras B. Lo siento, pero soy muy fan de las caras B. Las caras B están llenas de rarezas. Comprendo que tu matiz sea el del subterfugio, el de la malicia, el de la hipocresía. Pero las caras B son también lo inasible, nuestros rincones oscuros, esos que ni nosotros mismos comprendemos, los de nuestros errores, los de nuestra fragilidad. La cara B es la cara humana. ¿Quién vive con la certeza de un "sí" o un "no" taxativos? ¡Qué pena si en nuestros "sí" y en nuestros "no" ya los supieramos todo de nosotros y de los demás! No habría misterio, ni ángulos en los que esconder nuestros miedos y nuestras incertidumbres. Es lo que nos reta, lo que nos hace interesantes. Lo mejor es la cara B, a pesar de todo. Y lo único que nos molesta de la cara B de esos "sí" es que nunca es la que esperábamos.
No quiero caras B, tengo mil caras, es cierto, pero no una cara B.
ResponderEliminarEn defensa de las caras B.
ResponderEliminarLo siento, pero soy muy fan de las caras B. Las caras B están llenas de rarezas. Comprendo que tu matiz sea el del subterfugio, el de la malicia, el de la hipocresía. Pero las caras B son también lo inasible, nuestros rincones oscuros, esos que ni nosotros mismos comprendemos, los de nuestros errores, los de nuestra fragilidad. La cara B es la cara humana. ¿Quién vive con la certeza de un "sí" o un "no" taxativos? ¡Qué pena si en nuestros "sí" y en nuestros "no" ya los supieramos todo de nosotros y de los demás! No habría misterio, ni ángulos en los que esconder nuestros miedos y nuestras incertidumbres. Es lo que nos reta, lo que nos hace interesantes.
Lo mejor es la cara B, a pesar de todo. Y lo único que nos molesta de la cara B de esos "sí" es que nunca es la que esperábamos.