Te dicen, camina siempre agradecido por el aire, como si fueses con los pies dejando besos en el suelo.
Eso era hermoso, eso era digno, eso parecía honesto.
La vida va poniendo sus condiciones, que hacen que las alegrías vayan llegando cada vez a cimas menores. A éxtasis cada vez más templados.
De manera que cuando la gente te mira de lejos, tu caminar se le va figurando el de un viejo perdido y sin prisa, cargado de cajas de cartón, que no tiene un lugar concreto al que tenga que llegar a una hora determinada, porque le esté esperando o le necesite una persona específica.
Jag.
7_2_22
hambredejag.blogspot.com
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