Con el tipo de moderación que airea la derecha en estos tiempos, la verdad es que no hace falta repetir el estribillo extrema-derecha-asciende-democráticamente-al-poder para que se me pongan de corbata.
Rajoy. Putin. Assad. Merkel. Erdogan. Brexit. Trump. Macron.
Le Pen no hubiera desentonado en esta lista, abrid los ojos.
Pobre Europa, celebrando como un triunfo el mantenimiento de un statu quo basado en el poder económico, antepuesto a la lógica humana. Viva el eje franco/alemán, por lo visto. Los europeos morenos, que se hundan, como se demostró, no sólo desde el rescate a Grecia, no. Europa permitió el ascenso y mantenimiento de un totalitarismo fascista en España, y su promoción a democracia y ejemplo de transición para todo el mundo bananero. Y seguimos para bingo, en pleno siglo XXI.
Con la victoria de Macron, se cargan de razón todos los que quieren mantener el decorado. Gente que conoce billetes de 500 € sin dobleces. Los interesados en la destrucción de la clase media. Los interesados en favorecer descaradamente la ignorancia desde los planes de estudio, los que nos han hecho creer que la Cultura y el bienestar de un país tienen que estar relacionados con la rentabilidad.
Nos han metido en una III Guerra Mundial a lo pavo. Sin estridencias bélicas en el primer mundo, manteniendo lejos los decorados de sangre, pero retransmitiendo en directo, no vaya a ser que perdamos el miedo.
Liberté, Egalité, Fraternité. Imbécil de Zuckerberg, cuándo cojones vas a poner cursivas en Facebook?
Europa está muerta desde que vi la entrevista a un arquitecto con AK-47, al que habían asesinado a toda su familia, allá durante la Guerra de Bosnia.
El verdadero poder está en la gente. Somos los que ponemos los presupuestos, somos el corazón y el número, somos la fuerza. Somos la razón por la que crearon los Estados. Somos los beneficiarios de esa forma de organizarnos como especie animal viviendo en sociedad, joder.
La gente se cree la vida de los anuncios de la tele, y así construimos esta manera de democracia.
Me duele el cuerpo y el alma desde que nací. Y ya no quiero pensar más. Ya no quiero sentir más. Es mejor que me ponga a hacer un poema de amor o de desamor o de mierda pamí.
Jag.
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