En un mundo tan de apariencias, falsedades y eficaces efectismos, siempre he recelado de asombros, admiraciones y rápidas adhesiones.
Cuando digo "amor", me quiero referir a dos luces que conversan y se ven en un plano de respeto, igualdad y reciprocidad. De totalidad y entrega.
De las cosas que admiras, de las que te asombran, sólo ves una parte: has perdido tu luz y el valor que ésta tiene cuando te enfrentas a las cosas. Pierdes perspectiva y profundidad con respecto a lo que ves y lo que sientes, te quedas con lo que alcanza tu plano y tienes que imaginar (o creerte) el resto.
El amor es ver frente a frente, y permiso para mirarlo todo. Es capacidad para dejar ver quién eres.
Recuerda que te compartí, en un suspiro, pensándote, el plano cerrado de un baobab. Árbol asombroso.
Jag._6_nov_2015
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