y veo claramente que hace diez años yo era mágico. Todo
parecía casar con todo, como si mis losas fueran pequeños
engranajes que habían estado buscándose y entonces –hace diez
años- se encontraran.
Lo
recuerdo con un sabor dulce y emocionado. Lo recuerdo y veo imposible
que todo aquello haya ido a parar a lo que hoy soy.
En
mi entusiasmo llego a pensar que a lo mejor dentro de diez años miro
hacia aquí, al que soy ahora, y me veo mágico.
Y
me recuerdo con un sabor dulce y emocionado. Una lástima que nadie
pueda anticipar el recuerdo, una verdadera lástima que hoy sólo
pueda tener la magia que tuve hace diez años.
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