4 de marzo de 2012

CLICKA

. Hambre es. Y cambiarás de peinado. Te dirán ven e irás. Y te dirán tú, y con tu más fina consciencia lo serás. Y cambiarás los aromas, las temperaturas de todo el aire alrededor con las alegrías, con los quejidos propios del cuerpo a cuerpo. Mirarás con la intensidad, con la certeza de que lo que te salva, lo que te eleva, lo que te da alimento y calma tu sed no siempre lo tienes cerca, amable o de tu lado. Mirarás con el amargor de la certeza de que lo bueno, lo bello, lo necesario y primordial, se va o se gasta, se marchita o empieza a mirar para otro lado. No tengas miedo. No mastiques culpa, que es una bola eterna que nunca consigues tragar. Mantén alta la barbilla y saborea también lo que no puede ser. Hambre es. Y me mirabas en penumbra. Gracias por el click, gracias por poetizarme el ruido. Gracias por salpimentarme el zen. Gracias por tu dedo nervioso, por tu ojo amable, por tu candor comprometido. Gracias por jugar. Por salir de paseo, a tu manera, suspirando a mi lado. Gracias por dejar suelta la piel, aunque todo esté a oscuras, en la distancia. Gracias por tener los ángulos que no te voy a conocer. El todo es una utopía de los dioses. Y qué sentido tendría una despensa surtida. Qué emoción habría en un bocado lleno: a nada sabría el plato de todos los sabores. Hambre es. Y hoy me quiero quedar acostado. Que el amor me espere sentado en los quicios y umbrales de lo que no ha de ser. Que prueben a entenderse la decepción y la esperanza. Que carguen y descarguen los camiones del deseo, mientras acabo de apañarme un decorado más allá de la ironía. Una casa habitable. Un paisaje que me mantenga en las ganas de andar despierto. Hambre es, y más me alimenta lo anhelado que lo cierto. Más me llena el bocado imaginario que las reglas convenidas en este teatro que apesta. Déjame y tú verás cómo construyo mi primavera. Dame un espacio, un momento para que se agoten o se alejen o se me olviden de una vez los ecos de las tormentas. Hambre es, al fin, juntar todos los atisbos y ponerles un lacito o un orden, y dejar bien claro, encima de la mesa, que soy mucho más que mi perfil. Más hondo, más grande, más lejos o más hijoputa. Más guapo y más indeciso. Más luminoso y más apestoso. Más caprichero y más decente. Más sorpresivo y frágil. Más constante y oscuro. Más vitalista y posesivo. Más tierno, más impresentable y desprendido, audaz, generoso, cabal y saborido que cualquier cosa que te pongas a pinchar en mi perfil. Hambre es, escucha, toda esta simiente digital. La paseo por el mundo, en visitas descaradas o anónimas del uno al otro confín. Hambre es el paso del calor al frío y vuelta a empezar del llanto a la risa, pues vienen a ser las mismas lágrimas en una misma mueca, y total, qué gano esforzándome en esa distinción. Hambre es todo ese amor digital que tú juegas a manejar en pared o en privado, aunque yo te lo esté escribiendo en un papel sucio, con un bolígrafo que se gasta, en tiempo real, alejado del WIFI, con corazón y semen de carne y hueso. Coín, 4 de marzo de 2012 .

8 comentarios:

  1. Me encanta y hay algo en mi q np sabe d ciencias leyes y hombres hay algo en mi q viene si oye tu nombre..

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    1. Me encanta que saques algo de mi texto.
      Saludos, Anónimo.

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  3. Me parece que cada vez que te leo, te estoy sintiendo; que de algún modo, te diriges a mi,sólo a mi. Y debe ser porque mueves mis entrañillas,porque rebañas con tus palabras mis celulitas perezosas que se resisten a manifestarse, y tú las zarandeas,y me las pones de frente. Lo cierto es que me parece admirable que escribas así, que puedas llevar todo eso que tienes adentro, hasta acá fuera,al alcance de mentes y corazones como el mio...Te quiero mucho gorrión!

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    1. Tus palabras encienden luces en mi adentro. Cuando lo llenen todo, saldrá esa luz hacia fuera, hacia tus celulitas, perezosas o no.

      Gracias por comentar en público que "Hambre" es para ti.

      Las verdades son más veraces, y útiles, en una conversación que en un monólogo.

      Saludos, Anónimo.

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    2. esta última sí que es gran verdad

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  4. Claves para "CLICKA":

    Los textos de HAMBREdeJAG no tienen nombres (propios, reales) porque quieren favorecer lo global y lo atemporal.

    "Clicka" es un verbo y un nombre de mujer. En su tiempo, hablaba de una mujer real y de mí, del encuentro que tuvimos en la red.

    En un medio digital, la unidad mínima de comunicación es el click, y aunque compongamos como un decorado nuestro perfil, seguimos siendo de carne y hueso.

    Por experiencia propia y heredada, sé que puedes poner el alma en un click, aunque también puedes clickar por cansancio, aburrimiento o pura irresponsabilidad, porque te sientes a salvo en tu perfil.

    El caso es que "Clicka", con su no definirse, con su no tomar cuerpo en una mujer o un momento concreto, le acaba viniendo como un guante a muchas situaciones que se me van dando desde entonces.

    "Clicka", pues, está hablando de encuentros, situaciones reales que se dan en un mundo digital.

    "Clicka" habla de cuando el Amor y el click se funden.

    "Clicka" habla de cuando el Amor y el click se confunden.

    Desde el centro de mi corazón, con los ojos plenamente abiertos, todo mi Amor para esas mujeres que con su click se funden en mí, conmigo.

    Todo mi Amor, también, para esas mujeres que, con su click, me confunden a mí y consigo mismas.

    Besos desde la cocina de HAMBREdeJAG. Desde mi corazón.

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