31 de enero de 2013

VERGÜENZA

Cuando miro mi vida faltan muchas cosas. Pero no puedo culpar a nadie por las faltas que conllevan mis elecciones. No puedo culpar a nadie por mis limitaciones. Es duro, porque realmente necesito y añoro todo lo que, por lo visto, con mis elecciones vitales estoy alejando de mi alcance.

Sigo adelante por una cuestión de serenidad, honestidad y sentido común.

Como digo al empezar "Los Ideales", hay muchas cosas que no haría por dinero. Quiero resaltar las que no haría POR VERGÜENZA. En el peor de los casos, en última instancia, evito ciertas palabras, ciertos actos, porque me veo como parte de cosas mayores que yo mismo: formo parte del colectivo de los artistas, de los trabajadores que intentan una alternativa, formo parte de mi familia, y aunque ha pasado tiempo he sido el alumno de unos educadores, desde los párvulos a la universidad. También soy andaluz, aunque no voy con la banderita arriba y abajo. Cuando hago mis cosas, intento no traspasar los límites, por ejemplo, de lo vergonzante, porque no soportaría ensuciar con mis actos a los colectivos de los que formo parte y he mencionado. No importa que no me vean o no me acusen, es una cuestión de dignidad, eso está dentro de cada cual.

Sé que en estos tiempos es de imbéciles anteponer tus ideales a la hora de construir tu vida. El mundo está hecho de otra manera. Pero eso no significa que los imbéciles idealistas (otro colectivo al que no puedo avergonzar) seamos tontos.

Todos estamos aceptando los tiempos como nos vienen, pese a lo que pese. Yo me sigo levantando a inventarme las razones y las ilusiones, pero cada día es más difícil mantenerse en la mansedumbre.

Esto no es un comentario relativo a un determinado color:

FUERA la gente que avergüenza a mi país.
FUERA ineptos.
FUERA corruptos.




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DUDAS Y CERTEZAS



Para María.

Los textos que he leído, referidos al campo semántico de la dignidad artística, con mujeres y vino tinto, las vidas a las que esos textos remiten, y también mi vida, que se escribe mientras se va leyendo en esos textos, todo ello, digo, está sembrado de las resultas de los debates entre las dudas y las certezas. Las de los personajes de esos textos, que las heredan de sus autores, y las mías propias. Y esas dudas y certezas, las que uno escribe, las que otros heredan, son nacidas y alimentadas en la sucesión de tropiezos e iluminaciones que llamamos vivir. Y uno tropieza porque hay oscuridades en el alma, que se encuentran con avatares de la fortuna y accidentes del camino. Y el tropiezo, con su incertidumbre y angustia, se palía y resuelve con ligeros fogonazos que vienen del mundo, o que se sienten en el alma, y de improviso uno sabe elegir y todo se aclara, y el camino lo va haciendo uno, esquivando la trampa y el charco, mientras mantiene luz en el corazón, a saltitos, como un pájaro cantor despreocupado.

En esos textos sobre dignidad artística, mujeres y vino tinto me veo a mí y te veo a ti. No hay cerca ni lejos que ese contacto afloje, pues hablamos de una dignidad sin apellidos. No hay fronteras en el alma, pues lo que al alma atañe está dentro y está fuera al mismo tiempo, y está arriba y está abajo, y está cerca y está lejos. Pienso en términos y temperaturas de dignidad, y está aquí, en mí, y está ahí, donde tú estés.

Leyendo esas historias, escribiendo y viviendo esas historias en las que se ponen en juego tu dignidad y la mía, que al mismo tiempo son la misma dignidad de cualquiera, pues en esas historias yo no dejo de asistir al baile de las dudas y las certezas. Y la duda, encerrada en uno solo es un espeso tumor amargo que te aísla en tu propia oscuridad. Suerte que a la duda de uno puede responderle la certeza de otro. Ese uno se encuentra encerrado en su negra y espesa tristeza, y todo se podriría si no acudiese la certeza del otro, que viene a decirle sal, levántate y no desperdicies la alegría que te queda, sal y abre los ojos a tu valía, sobreponte, saca a compartir tus dones. Sé el mejor ejemplo para tus hijos.

Y a veces, en la vida, que suele ser demasiado larga o demasiado corta, depende cuándo y a quién preguntes, pues ocurre que es uno mismo el que se atasca en la duda oscura y necesita una ayuda para verse claro, en su talla real. Y otras veces, uno mismo ve en sus manos la llave que abre la alegría o el consuelo de otro que sufre. Y por eso, en estas nuestras historias de dignidad, en las que manejamos pobreza con iluminaciones esporádicas,  en esas historias con amores de distintas tallas, con silencios elocuentes y vino tinto, está bien que tú y yo sepamos identificar y aceptar el papel que en cada momento nos toca. Está bien que, en cualquiera de los casos sepamos encontrarnos. Que cuando estemos oscuros sepamos dejar sitio a quien viene en nuestra ayuda. Que cuando flotemos en luz y entusiasmo, sepamos escapar de la vanidad y la arrogancia por nuestros logros.

La dignidad nunca es cosa de uno solo. Aunque cada cual observa y cuida su alma propia, entre todos hacemos el alma de nuestro tiempo. Entre todos, con consciencia o sin ella, estamos poniendo el carácter a la vida que nos toca. No está bien que vivamos alelados sólo en lo que percibimos como nuestro.

Es bueno que tú y yo, y todos, sepamos tender la mano abierta para pedir cuando estemos encerrados en la duda. Que sepamos, igualmente, tener la mano ágil cuando al otro podamos iluminar con nuestras modestas certezas.


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NO. NO.


No te vayas. Espera.

Ten paciencia con la leche. Escucha.

Pues sólo vapores salidos
caminos trabados
angosturas posibles
te prometen ahí afuera.

No les van a pesar tus penas, sospecho.

Quédate. Aguanta a mi lado, pues
¿qué se te ha perdido fuera?

Mantente calentita.

¿Dónde vas a estar mejor que entre mis brazos,
acunada por las nanas de mi flora intestinal?

Permanece generosa y fragante
a mi lado.

Fuera sólo hay gente temerosa
de llevar el alma andando
por el centro de la calle,
viven en el temor de que
lo posible pasee de la mano de lo improbable.

¿No te daría vergüenza de que nos viesen
a ti y a mí,
juntos y torpemente vestidos por la calle?


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29 de enero de 2013

Mujer de los ojitos brillantes.

Te amo lo que te puedo
desde que en el duelo por una muerte tuya
dijiste esto es
una estrellita que se apaga.


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27 de enero de 2013

ME ACABAN DE DECIR

que vuelvo a estar en el mercado inmobiliario.

¿Qué hacer?

Tomarme lo que pasa como una opción y no como una limitación u obstáculo, es lo que voy a hacer.

No oponer resistencia al cambio. Indagar en la naturaleza del momento, es lo que voy a hacer.

Me miro la mano, y aunque no sé cuales son, sé que en ella están todas las líneas que me voy a atrever a cruzar.

Mientras rumio lo que pasará,
me vienen a la cabeza dos canciones.

Me sale la canción de Joselito,
el de la voz de oro.

Me sale la canción de don´t worry,
be happy.

He pagado mis cafés y me he ido corriendo a la biblioteca, pensando dónde estará mi próximo hogar.

He sacado cómics conocidos y por conocer:
"El Playboy" de Chester Brown,
"El destino del artista" de Eddie Campbell,
"Logicomix, una búsqueda épica de la verdad" de Doxiadis, Papadimitrou, Papadatos y Annie di Donna.

También he sacado
"Pequeños milagros" de Will Eisner. Debo confesarlo.

Ya pienso en mi próxima casa. Quiero escribir y llegar a más gente. Más profundo y más sentido. Quiero ilustrar mis textos y soltarlos al viento, y acariciar ojitos verdes, azules, marrones y negros. Quiero pintar óleo. Quiero pintar acuarelas. Quiero hacer más mosaicos, y que cada pieza sea mejor que la anterior. Quiero ingresar algo de dinero después de conseguir sobrevivir. Por el dentista, lo digo. Por poder viajar a repartir besos, lo digo. Seguir pagando el alquiler y llegar a renovar mi ordenador.

También quiero pensar que este cambio me está acercando al amor. Hasta el momento, construí ilusiones y comí conejo en la casa, pero después de eso, sigo con un hueco en el estómago del alma, y un frío gélido e inclemente agita la hierba de las praderas de mi corazón.


JAG.
Lesseps 27_1_2013



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25 de enero de 2013

12 de enero de 2013

Lectura de "Hambre" en "Dichosos los ojos".

Aquí el vídeo de la lectura de "Hambre" en

"DICHOSOS LOS OJOS",

el segundo cabaret literario de Gilles de Rai,

en el Espai RAI, Barcelona,

diciembre 2012.

A ver qué os parece...


http://vimeo.com/56604568


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8 de enero de 2013

¿Qué hora es en el Polo?

Supongo
que es triste
vivir como una liberación
la puerta que me cierras.


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CUANDO DESPIERTES



Cuando despiertes,
todo te parecerá forzado,
y sabrás que es tarde.

Tendrás el ardor desengañado
y la música a destiempo.

Preguntarás, pero no hallarás rastro
de mi corazón en los fumaderos.

Encontrarás los vientos cambiados
y la sonrisa cediendo en su empeño,
entonces querrás saber, de repente,
qué había de ti,
qué había de mí
en esa cosa rara que se consume.

Pero habrá cenizas, y no respuestas,
cuando despiertes.


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