31 de marzo de 2020

Día 18 del confinamiento,


TAMPOCO UN MARTES ES EL MEJOR DÍA.
Te estás poniendo al día en series.
Has cantado fuera de la ducha, más de una vez.
Has escrito ánimos y poemas, compartido aplausos, vinagres y cadenas.
Empezaste un mandala, has acabado un cuadro, trasplantaste las macetas.
A pesar de que al fin tenéis todo el tiempo,
YO SÉ QUE TÚ NO LE HAS SACADO EL TEMA.
Jag.
31_3_2020



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CASAS


Sabemos tú y yo, aunque
nadie le echa cuenta,
que cada quién
con su verdad en su casa,
y un suspiro en la despensa.
Yo sé que ahí, él te quiere.
A ella, aquí, le toco un brazo,
mientras ponemos la mesa.
Jag.
30_3_2020



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Día 17 del confinamiento,


Es lunes,
todos los trabajadores no esenciales deberán permanecer confinados.
Sólo trabajan quienes nos curan, quienes previenen y arreglan las catástrofes, quienes hacen que podamos seguir comiendo y quienes nos limpian la mierda.
Ha salido el Rey a decir eso de que nos mantengamos todos unidos en esto, y le han caído seiscientos euros.
Jag.
30_3_2020



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Día 16 del confinamiento,


Está comprobado: los domingos por la tarde son tristes aunque el lunes no vayas a madrugar para encontrarte con un jefe explotador e inhumano, con un compañero inepto, singracia y miserable, o un cliente infantil, caprichoso y despiadado.
Llevamos dieciséis días de cuarentena y todavía no he empezado a escribir El Rey Lear.
Me está pareciendo a mí que no voy a ser yo quien mejor deje explicado que todo esto para qué era.
Jag.
29_3_2020



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Día 15 del confinamiento,


Yo no sé lo que tienes en tu casa, pero
sí sé que sabes lo que tienes en la mía.
Jag.
28_3_2020



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Día 14 del confinamiento,


CONSEJOS ÚTILES PARA GENTE QUE QUIERE ESCRIBIR DURANTE EL CONFINAMIENTO
No te pongas a intentar un cuento o un relato, todo el mundo va a esperar una historia ingeniosa, y en eso es muy fácil que te acabes pillando los dedos. Además, los ordenadores de casa estarán ocupados, escribimos y publicamos para leer en el móvil, por tanto,
Haz poesía, que es lo corta o larga que te parezca, nadie se va a meter en eso, y todo el mundo va a dar por sentado que no tienes que decir nada coherente o inteligible. Ahora bien,
hay que hacer las cosas
con pocas palabras y muchos saltos de línea,
que se vea de lejos
que es poesía.
No te preocupes por lo que vayan a interpretar, la mayor parte de la gente lee por imperativo social, porque tiene tiempo libre y complejos y se siente obligada a hacer algo por haber tenido el acceso a la cultura que no disfrutaron sus padres ni sus abuelos.
No temas por un comentario crítico, años y años de reformas educativas se han encargado de evitar que eso acabe generando algún problema.
Di pocas palabras, pero todas muy de poesía. Di amor, di luna, di salvaje y madreselva, y te ganarás a las mujeres. Di cosas que no se vean, como de olores, menta, naranja, noche y jazmín. Mete palabras de diccionario, no vaya a pensarse la gente que eres un cualquiera: di comezón, ruibarbo. Palabras de lejos: Sanadú, Sangrilá y Moldavia. Mete cosas de estar caliente, pero no las saques del porno: pecho, cáliz, piel de seda, lamer, sudor y agotados, eso hará que te ganes a los hombres y a Rupi Kaur Elvira Sastre.
Puedo entender que te sientas atacado en tu dignidad por recibir consejos de escritura por parte de un simio arrogante. En tal caso, olvida todo lo que te he recomendado y entrégate a tu vida interior, aunque me temo que
ESO VA A EMPEZAR A COMPLICARTE LAS COSAS.
Jag.
27_3_2020



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Día 13 del confinamiento,


CONSEJOS ÚTILES PARA GENTE QUE QUIERE PINTAR DURANTE EL CONFINAMIENTO
Si no sabes dibujar nada, haz manchas con acuarelas y una brocha vieja, y adelántate a la gente, poniéndoles títulos,
Un brochazo: Niño desnudo en la playa,
Dos brochazos: El rocío evaporándose con el sol del amanecer (con estas palabras),
Tres brochazos: Un atún.
No importa cómo sean, importa que muestres seguridad en el post: nadie se atreverá a decir en público que no ha interpretado correctamente tu pintura.
Si sabes dibujar un poco, céntrate en cosas reconocibles que demuestren tu fina sensibilidad. Haz ojos, y no te olvides de poner un brillo entre el iris y la pupila, que es donde luce más (un puntito blanco ya vale). Si no te sientes capaz de hacer dos ojos iguales, haz a los personajes de perfil.
Si algún listo te cuenta problemas de color, le echas la culpa al móvil: eres pintor, no fotógrafo.
Mucho ánimo, y deja de hervirte contando las veces que el vecino ha sacado a pasear al perro.
Jag.
26_3_2020



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Día 12 del confinamiento,


¿Recuerdas el tiempo de antes de que las ventanas estuvieran llenas de gente? Siempre que me viste pasar por tu calle, era por ver si me encontraba contigo.
Jag.
25_3_2020



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Día 11 del confinamiento,


HAY QUE VER CON LO QUE YO TE HE QUERIDO SIEMPRE
Te escribo para avisarte de que te cuides de tanto listo que se te va a poner grave. Te van a sacar seguro el tema de la muerte. No les hagas caso. No saben nada.
De la muerte sólo podemos saber de oídas. Es peor que no saber nada, porque sabemos lo que nos cuentan lo que quieren contar quienes han visto morir, o que les han contado muertes, o las han oído en un mercado o en una película, o las han imaginado. No te cuentan lo que es. De la muerte sólo sabemos de oídas de gente que no sabe qué es la muerte.
Te cuentan, como te digo, lo que oyen o lo que ven, como mucho: lo que les llega a través de los sentidos ¡Los sentidos! ¿Te vas a fiar de los sentidos? Los sentidos sirven para evaluar lo saludable, que compruebes que lo que comes no huela peor que lo que vomitas. Tan simple. Son para que ayudes a decidir cuánta salud puedes prorrogar con una chati que pasa por la calle, sus formas, sus maneras, sus expresiones, es decir: receptáculos sanos y decentes para que vuestros ADNS sigan adelante cuando os vaya tocando torcer definitivamente la expresión. Los sentidos están más por la pura supervivencia irracional que por una indagación efectiva de la verdad. Te acercas a la llama, los sentidos te dicen no te acerques más a la llama. No les haces caso porque eres un listo, los sentidos te dicen te lo dije, y te duele y lo aprendes, aunque ya has perdido un poco de tejido adiposo.
Te escribo para avisarte de que te cuides de los que te cuentan lo que sienten. Igualmente, van a acabar hablando de la muerte. Por alguna avería en su educación emocional, identifican lo grave con lo serio y lo importante y digno de ser contado. Pobres. Por eso te montan un escenario oscuro y misterioso con lo que ellos han sentido después de lo que les cuentan, después de lo que oyen o después de lo que ven acerca de la muerte ¡Lo que sienten! ¡Lo que encuentran en su corazón! Decía Goethe que ves el mundo como lo que llevas en tu corazón. Y lo que llevas es salvar el culo, que es lo mismo que llevamos todas y todos. Tantas historias. Lo que te cuenten de la muerte es para reclamar atención. Que estás en un camping o en una moraga sin conexión, y si no hay guitarra, dices pues me gustaría compartir con vosotros diversas consideraciones que he pensado acerca de la naturaleza de la muerte, y ya tienes a todas las pibas alrededor. Todas. Y no veas cómo se te empiezan a enturbiar los sentidos. Ni caso.
Nadie con dos dedos de salud sabe nada de la muerte. Cuando ya estás en el tema, cuando empiezas a saber de verdad qué es, es que ya es demasiado tarde. Te mueres sin tener demasiado tiempo para asimilar lo que es, que te está pasando a ti, que te va a pasar sólo esa vez. En esas condiciones, yo dudo de que se encuentren las ganas, las razones y las palabras para contar a quien te pille cerca el morirse, de verdad, qué es.
Jag.
24_3_2020



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Día 10 del confinamiento,


EL SOL SE LLAMA MANUEL
Un aplauso para los trabajadores básicos que sostienen nuestro modo de vida, aunque seguiremos poniéndolos como ejemplo de lo que te pasará si no estudias y contestas y no haces lo que se te dice. Un aplauso con ganas ahora, bravo, qué bonito. Y más aplausos y vengan poetas espontáneos y músicos improvisados y gente que no había sido artista porque es que no tenía tiempo. Bravo por la generosidad genuina. Bravo por el altruismo impostado. Un aplauso, bravo, qué bonito, y Manuel tiene razón, vamos a morir todos. Aunque, cariño, no te alarmes, que lo sabes desde siempre. No es que te vayas a morir de esta gripe. A lo mejor ya estábamos muertos cuando respiramos tranquilos al escuchar que ésto sólo era fatal para los viejos. A lo mejor ya estábamos todos muertos por vivir a este lado de la valla, sintiéndonos a salvo de que algo así pasara aquí. No hay que armar tanto por unos días de alarma. Hay gente que vive así desde que nace, y todavía tiene fuerzas para cruzar el mar en una lancha de goma a merced de las corrientes, meterse en un invernadero el tiempo que haga falta hasta conseguir un trabajo de verdad, un respeto cogido con pinzas, un amor, una casa y una vida en un lugar en el que el mal es apenas una gripe. No hay que alarmarse tanto. Es más probable que nos vayamos muriendo por nuestras propias predisposiciones genéticas. Por cosas que ya estaban escritas en nuestro momento primero. Morir por lo que está escrito. Tan inconsciente y tan previsible. Aunque también ayuda a morir si eres un prenda, claro. La muerte siempre agradece la ayuda. Si continuamente vas abriendo camino en temas candentes y espinosos, si vives desafiándolo todo, en ese caso, no es que te mueres de lo que eres, sino que ayudas con la novedad que provocas. Por cierto, cuánta gente junta siguiendo las normas, ¿no? Cuánta gente junta haciendo lo que alguien dice que es lo correcto. Ser un prenda da como más empaque y tiene más prestigio. Y es mucho menos aburrido para quien lo es y para quien lo trata. Yo mismo tuve mi tiempo con prendas, y eso fue desafiante y excitante y estimulante del todo, aunque imagino que ahora mismo los prendas y las prendas están dejando a su paso un reguero de contagios. Siempre dejan huella, con su actitud renovadora traída de no se sabe dónde, los prendas y las prendas. No olvido, incluso añoro lo que se aprende sobrevolando la normalidad. Muchas cosas buenas aprendí con los prendas y las prendas de mi vida. Crecí y me renové y me removí y me destrocé lo que la gente llama la zona de confort. Pero es verdad que los prendas y las prendas, en su desafío ensimismado, les echan una mano a la muerte. Cosas que a mí se me han quedado en el día a día, y de las que no puedo culpar a hombres buenos y sencillos y mujeres buenas y sencillas que también frecuenté y con las que tanto me aburría. Dejé de pensar en el amor como una posibilidad real no sé cuándo. Lo invoqué y lo di y lo esperé como por inercia, por ese hueco que queda cuando lo has probado y ha desaparecido. Pero en algún momento he empezado a reír amargamente cuando pienso en las cosas en las que antes creía. Esa huella me ha quedado, creo. En algún momento, la normalidad me revelaba más estoico con las relaciones, menos alegre y menos ligero y confiado, quizá menos generoso y más gris. Como lo que nunca hubiera querido ser, fíjate. Más reservado, más frío, más apático y lacónico en la calle y en el chat. Estoy pensando si esto no es parte del personal acervo genético que me va a ayudar a morir. Que no espero nada y que no tengo, por tanto, nada para dar, ya no sé si es causa o consecuencia de haberme dado todo a destiempo o desubicado o desmedido inconsecuente, o demasiado pronto o tarde sin remedio o muy nunca y obstinadamente para cuando creas tú que yo mismo podría ser bueno para ponernos a ensayar un momento para siempre. Yo sé que todo es sencillo, pero en la realidad no lo es. Amar no es qué me das. Amar no es tú verás. A veces me sorprendo teniendo que leer a Bohumil Hrabal para volver a desear el encuentro con una campesina que huele a leche y que follemos a media mañana en un barrizal. Amar no es qué doy. Amar no es ya veré. En el encierro no vivo solo, aunque sí sé estar solo. No sufro la distancia de la gente porque los últimos abrazos que recuerdo eran de alguien que no va a mover un dedo por mí. Amar no es lo bien que ella está. Amar no es ponerme a amar. Vivir sin abrazar es faltar a la vida. Vivir sin abrazar es un modo de vivir, pero eso no es vida. Es lunes. Me voy a hacer un café y voy a buscar el horóscopo. A ver si las estrellas dicen tonterías que ayuden en casa a que me oriente en este mundo.
Jag.
23_3_2020



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Día 9 del confinamiento,


Una cosa es la vida, y otra cosa distinta es vivir.
La primera te la dan. La segunda, aunque no lo sepas, la tienes que decidir.
Jag.
22_3_2020



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Día 8 del confinamiento,


Estoy pensando yo que, de gobernar otros, a día de hoy, esta enfermedad todavía sería ETA.
La resolvería Ana Rosa entrevistando a Spiriman.
Jag.
21_3_2020



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LO QUE NOS QUEDE


Beberme el aire que salga de tu cuerpo, si es que algo te está dañando por dentro.
Entre tu pecho y mi pecho un papel que se desgasta de cansado de miedo. Beberme eso que alarma a los otros, y si todo va a acabar estropeado, mantener entre tus ojos y mis ojos, la distancia fugaz de un breve pajarillo irisado que adora tu flor, su perfume, en la claridad pujante del atardecer incierto, en lo más profundo. En lo más remoto y olvidado de la selva.
Jag.
21_3_2020



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FIBRA (Intro)


Es como encontrar en la ensalada un vegetal que tiene la fibra para construir el puente que nos va a llevar al nuevo mundo.
Yo sigo dándote vueltas aunque ya casi se me ha olvidado el hambre primera de verte.
Te sigo dando vueltas en la boca cuando ya no te tengo delante y soy un microbio que no tiene en su cuerpo mínimo los líquidos indispensables para evaluar por sí mismo lo de cerca o lo de lejos que te puede llegar a tener por dentro.
Te sigo dando vueltas en la boca sin hambre, porque a pesar de la caída no me puedo ocultar que hay belleza en el mundo que en una sola vez no puede tragarse. Que hay alegría y promesa y esperanza que se mantiene bella y fría en su callado ardor palpitante.
Te sigo dando vueltas en la boca, ahora que no podemos vernos ni tocarnos sin querer siquiera.
Vueltas sin hambre mientras se nos acercan los tiempos turbios, que nunca se fueron para tantos.
Vueltas por dentro, en la boca, y no sé si no serás más que una mujer con la que mantenerse abrazado a la vida, una puerta entornada que no dice si se abre o se cierra, una mancha de hierba de frescor sin sentido, o un poco de aire fugaz que al descuido nos visita en la sombra.
Dándote vueltas por si es lo único que tengo para dar.
Y también porque es cruel y deshonesto escupir lo que un poco sí que te alimenta.
Jag.
20_3_2029



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Día 7 del confinamiento,


Lo de no follar también lo vamos a superar si nos mantenemos unidos en esto.
Jag.
20_3_2020



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Día 6 del confinamiento,


¿Y la niña que le decía a su pápa
que estaba IN LOVE con esta caasaaa?
Jag.
19_3_2020



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18 de marzo de 2020

Día 5 del confinamiento,


TRABAJOS:
No todos tenemos un trabajo de funcionario. Muchos somos autónomos o trabajamos por cuenta ajena para pequeños y medianos y grandes explotadores. Nos sentimos responsables de no contraer ni propagar la enfermedad, pero tenemos que seguir ingresando.
En las ciudades grandes, vivimos en los últimos pueblos a los que llega el Cercanías, que es donde podemos permitirnos pagar alquiler/hipoteca. No nos aglomeramos en las estaciones porque somos unos descerebrados, sino porque son los horarios en los que accedemos a nuestro medio de transporte: no trabajamos en el pueblo en que vivimos, sino en otro pueblo en la otra punta del Cercanías. Tenemos que llegar a la hora, porque la cuota es puntual, y el despido o el olvido de los clientes tienen el gatillo fácil. Por eso nos levantamos a unas horas en las que los que aplauden en los balcones están todavía acostados.
Ya está bien de que los trabajadores que SÍ pueden acatar esta inactividad forzosa, echen las culpas a otros trabajadores que, más desfavorecidos, NO pueden asumir esa inactividad forzosa. Peor que aburrirte en casa, es tener la nevera vacía.
Quizá en vez de jugar, ahora que tenemos tiempo, a ser youtuber o influencer o coacher emocional, podríamos aprovechar para intentar pensar más amplio y más profundo y mirar si nosotros mismos no estamos inmersos en las mismas imposiciones socio-económicas que OBLIGAN a cierta gente a salir a trabajar en estas condiciones de insalubridad. El sistema socio-económico es inhumano incluso AQUÍ, que es la zona privilegiada para la que se construye ese sistema. En otras partes del mundo, te levantas muchos días pensando en juntar una pasta para pagar a las mafias un viaje a pie por el desierto y una plaza en una patera en la que no hay mascarillas ni distancia de seguridad para no contraer el virus. Y todo por llegar AQUÍ. Ese sistema socio-económico es el culpable de estos desequilibrios y de las condiciones inhumanas en las que tenemos que desenvolvernos AQUÍ, educar a nuestros hijos y optar a nuestra idea de felicidad. Señalad a eso.
Dentro de todo este despropósito, mantenemos el humor porque el ser humano es muy grande, pero no olvidemos que este propio sistema perverso tiene la capacidad de que nos mantengamos irreflexivos y acríticos con sus maneras.
Apagad un poquito el Netflix.
Jag.
18_3_2020



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Día 4 del confinamiento,

En Italia canta uno ópera en el balcón y todo el mundo le escucha, o cantan todos azzurro o partigiano o bella ciao tarantella, todo bonito y emocionante.
Mi vecina de abajo tiene voz de comadreja puesta de pegamento. En mi ojopatio hay unos mafias gordos y musculitos que pinchan Paco Candela, Sombra y Luz y rumba del talego indescifrable en cinta a toda ostia. También hay un niño muy gracioso que ensaya con la corneta El Novio de La Muerte.
Algunos días me es muy difícil ver esta crisis como una oportunidad.
Jag.
17_3_2020



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Día 3 del confinamiento,


Creo que de verdad no parece buen momento para decir oye tenemos que hablar, no eres tú soy yo, necesito mi espacio, tomarme un tiempo, a mí me duele más que a ti, pero
Jag.
16_3_2020



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Día 2 del confinamiento,


Nota de producción para "Vente a cenar conmigo":
La decoración estilo SUSAN-SAL-DE-AHÍ de la casa de Ortega-Smith no creo que se arregle con iluminación-atrezzo-fotografía. Vete a saber si no abres la nevera y tiene la cabeza de un corzo.
Seguimos con Bertín Osborne. Sus casas estilo DISEÑIO-ESCLUSIVO son igual de irreales, pero a Arévalo no le daría miedo ser entrevistado en ellas.
Jag.
15_3_2020



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Día 1 del confinamiento,


El algoritmo me envía publicidad, no sólo con cuadros de Lita Cabellut, también con su cara y sus peinados de artista-concentrada-en-su-mensaje-y-devorada-por-la-pasión. He conseguido mantenerme en pie hasta las primeras fotos making-of de sus performances.
Esto tiene que hacerme más fuerte.
Jag.
14_3_2020



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ALARMA

Quiero que no me abandones,
amor mío alaarma.
Aaalaarma alarmaaa ♪♬

Jag.
13_3_2020


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11 de marzo de 2020

HABÍA UNA VEZ ALGO MÁS QUE DECIR

Es verdad que sólo un gesto o una palabra es suficiente. Es verdad que sólo un gesto o una sola palabra son adecuados. Acertados. Pertinentes. El amor encuentra lo que basta. Y una y uno se ponen a tener esa idea. Pero una y uno, en principio y sin saber, se ponen al gesto, se ponen a la palabra sin saber que al final lo más grande era ponerse a tener esa idea. Uno piensa que iba a ser con ella, que la misma música, las mismas performances. Pero bueno. Una piensa que iba a ser con él, que las palabras parecidas, que las letras, que el brillo. Aunque vale. Una y uno piensan que esas películas que les emocionan y que les hacen derrochar los líquidos y temblar y casi arrancarse las ropas en soledad en la distancia por separado de emoción pura. Y ya te podrás imaginar. Uno con lo que suspira por lo que le lleve a los cielos lejos de esta prosaica suciedad. Una con lo que por dentro esconde de salvaje dentellada por una vida animal. Uno porque corazón sin límite. Una porque baba con toda la claridad. Aunque una y uno de algún modo ya saben. Una y uno ya saben porque no es la primera vez que ante sí misma y ante sí mismo se han puesto de frente. Que un día una y uno se dijeron y yo qué, y al día siguiente ya sabían que una y uno, desde la soledad, eran la mejor apuesta, que no habrían muchos días más para apostar por lo que debería ser. Una compañía hermosa de una y de uno. Tenía que ser ahora, porque si no cuándo. Tenía que ser así, porque si no para qué. Dar un paso y llevar cuerpo de construir un mundo. Saberlo una y uno y abrirse. Sin punto y aparte y sin más. Decir abierto no me aguanto para nada y no me quiero demasiado, pero mi olor te va a gustar. Decir abierta yo te cerraba la boca porque tú te vas a poner lila cuando sepas, pero mi olor te va a gustar. Una y uno en la entrega aunque solos digan pero qué le voy a contar. Una y uno toda y todo para ti aunque qué te puedo dar. Toma por lo menos todo mi sabor de siempre, toma todo lo que huelo y siéntelo parte de tu naturalidad. Una y uno, todo desnudo y todo normal. A quién iba yo a darle tanto peso y ambrosía si no era a ti. A quién iba yo a pedirle gravedad y vuelo si no era a ti. A quién. Así una y uno. Así uno y una y da igual el desorden. No una con cualquiera ni uno con cualquiera. Esa una y ese uno, y ese uno con esa una. Se levantan y se caen. Mean juntos, se tambalean. Se agachan, se asisten, se dicen que tú me vas a cuidar. Una y uno, que nacieron abandonados. Una y uno, que se dejan alzar, se sujetan, se sostienen y acarician. Que se tocan por fuera desde lejos, y por lo de dentro toda el hambre voraz. Una y uno, que gritan y sonríen, que se desmoronan y se derraman de gusto, una y uno que apestan, ronronean fingiendo que no les duele. Se desquician y se muerden y se escupen los huesos de las cerezas. El sol templado, equivocarme y el jazmín me ponen caliente, la gente de la comedia se tensa inútilmente y dice ¿pero es que había algo más que decir? Una y uno, que se dicen ponme aquí la mano y dame ternura hasta que me duela, y la gente de la tragedia especula y protesta ¿pero es que había algo más que decir? Una y uno se pavonean. Ese lunar está justo donde debería estar. Esa palabra está justo donde debería estar. Una y uno se abandonan y dicen es que yo creía. Una y uno, que soñaron juntos una coraza que los mantendría calientes y protegidos como una cremosa amalgama informe. Como una que deja de ser una y uno que deja de ser uno. Tu olor es mi olor. Mi sabor es tu sabor. Toma todo de ti para mi. Dame todo de mi para ti. Una y uno, cocinándose en cueros con voracidad hasta dejar limpio el plato. Una y uno, que al principio sabían que al final si no ponían todo, todo iba a ser para nada. Una y uno, aquellos que alegremente en su día se embarcaron por aprender a preguntar que ésto cómo coño.

Jag.
11_3_2020


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BOOKER SOLNACIENTE


Marie Kondo dice que puedes vivir perfectamente sólo con tres libros.
Uno de ellos es el suyo.
Jag.
11_3_2020



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COMO VAYA VA A SER POR ALGO


Me están avisando que la parte turquesa del mundo se está cariando. A los músculos del espíritu de la gente no les viene bien tanto amarillo en las noticias. El aliento natural de las personas de este país corre el peligro de acostumbrarse a los modos cotidianos de los barrios en que los niños chicos no se asustan de las ratas. A mi sólo se me ocurre que antes de que los barquitos empiecen a dejar estelas dolorosas de sangre en los mapas, antes de que todo empiece a aplaudir los himnos del pasado ése que tanto se regocijó en hundirnos, antes, digo, de que se lancen los gobiernos a pagar a una horda de simios para que nos toquen con un palo a ver si todavía seguimos respirando, digo yo que antes de todo eso a mí sólo se me ocurre que voy a cruzar una calle, atravesar un vendaval, recorrer un continente que se alargue, un suspiro trascendente, equívoco que se nos interponga, digo, voy a ir a que nos besemos con abrazo, sin tiempo a ver qué pasa. Yo no sé a ti qué te parece, si quieres que vaya con preguntas, voy con preguntas, y si quieres que vaya sin preguntas, pues voy a que nos besemos como cachorros despreocupados, tan niña y llanamente en esta creación de los altísimos que se nos derrumba. A ver si puede ser que toda esta mierda nos pille a ti y a mi con los ojos cerrados en algo constructivo.
Jag.
9_3_2020



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Yo iba por la ciudad andando.

Me abrumaba la tristeza, y la incertidumbre estaba dejando de prometer algo. Yo me confiaba a mi parte valiente. Yo me decía:
-Aguanta.
Voy por el pueblo andando y me asfixio de algo más allá de la tristeza. La incertidumbre está cumpliendo, una por una, todas sus promesas. Ya no me confío a nada. Yo me digo:
-Aguanta.
Jag.
6_3_2020



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MININI


Para no quedarme dormido a destiempo llevo en la mochila un bote de chicles orbit de menta sin azúcar al que le quedan ahora mismo tres chicles. No es que me vuelvan loco los chicles. Es que una de las primeras veces que me puse a hablar con una mujer que me encanta cuando está y cuando no está (algo irreal y obstinadamente, claro), me dijo alguna frase alegre y me llegó de su boca un olor fugaz de chicle de menta y, desarmado por completo, la escuchaba y le miraba con disimulo sus manos tan pequeñas, y de manera absurda, me las imaginaba confiadas, descansando descuidadas sobre uno de mis muslos, mientras oíamos callados el viento y perdíamos la vista en la bruma de las montañas mientras descansábamos al sol de marzo sentados en un banco de madera en el mirador de la mina de plata, y creo que a partir de aquella ensoñación somaticé y canalicé el deseo así, comprándome unos chicles de menta y oliendo de vez en cuando algo como a ella cuando estoy solo y ella estará pensando en lo que sea que ella piense.
Jag.
5_3_2020



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4 de marzo de 2020

LA LUNA SE LLAMA LOLA


Estaba yo rezando arrodillado por un poquito más de luz en las cosas que me atañen personalmente, no sé, tampoco pido más que el común de la gente, aunque yo ni sé ni me meto en lo que la gente pida, cuando de repente, chan chan, el cielo empieza a abrirse, y, como si de una mano divina y determinante se tratara, por un hueco entre las nubes, ha salido una voz parecida a la de Paulo Coelho, que me dice a mi, algo dentro de mi me asegura que me lo está diciendo a mi:
- El no ya lo tienes.
Jag.
3_3_2020



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APUNTE


Pensada por partes
es infinita, tomada
en conjunto
es inabarcable. Decir
que la amo es
un patético resumir,
un grosero escaparse
de que debo
trabajarla cada día.
Jag.
4_3_2020



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ES DE UN SABOR LEJANO


Esta mañana, una vecina mayor que vive sola, me ha dicho en el rellano cómo estás, y también, aquí estoy, que mi sobrina ha venido a limpiar, que yo le digo que ya lo hago yo despacito, pero ella viene y me dice que limpia ella.
Me he ido después, y por la calle se me cuelga por dentro, como subiéndome por las entrañas con unos piolets diminutos, una sensación que también me ha venido otras veces y que se me desata cuando he escuchado la palabra "ella". No la sé definir. No la sé describir. Me descompone un poco, y lo mismo podría tener de desamparo que de alegría. Es como que me sobrevienen luchas épicas cotidianas e invisibles. No tiene que ver con cosas que haya leído. No tiene que ver con algo que me falte o que me sobre. Nada de historias fantásticas que cosechan admiración. Sólo cosas como de amor humilde y silencioso, que se rumian sin público porque suenan a rareza cuando se cuentan, porque desatan estúpidos clichés de comprensión y de razón y de educación y de ridícula ternura en el consecuentemente ignorante insensible ventajista oyente medio. No lo sé explicar. Insisto en que algo me sobra o me falta para entenderlo del todo, pero escucho la palabra "ella", y se precipitan por dentro como unas temblorosas descomposiciones. Como un desgarro sin dolor que hace que todo vaya colapsando lentamente por dentro, sin que se note en la piel, en el gesto, en la presencia, en la postura. No sé. Son como aventuras sin himno. Como películas sin créditos en las que se me arrebata que hay que reparar alguna injusticia. Que hay que hacer todo lo necesario para que ella esté en su lugar, porque si no, para qué es la vida, me pregunta la propia sensación, para qué es la vida si no es para intuir esas cosas que estábamos aceptando como normales y que son injustas, y que algo nos alerta en un primer momento, y en el momento de después ese algo está como alentándonos a que nos preguntemos a ver quién eres o quién quieres o quién debes o quién puedes llegar a ser para lograr curar o resarcir o tan sólo comprender y hacer por ayudar a que esté sencillamente bien y en su lugar ese corazón pequeño que soportó tanto, que se sostuvo con sordos y humildes milagros en silencio, y que al menos hasta el momento en que escuchas la palabra, se mantuvo en el amor.
Jag.
2_3_2020



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Mi esperanza

es dejar el mundo un poco mejor que cuando llegó Walt Disney.
Jag.
29_2_2020



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