28 de junio de 2020

PESO

Voy a la farmacia a pesarme, me subo a la balanza, introduzco las dos monedas, y en la pantallita pone ESTO NO ESTÁ PAGAO!

Jag.
27_6_2020


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UNA APRECIACIÓN


Cuando lo haces sencillo, lo pones fácil para saber lo que es, lo que no es.
Cuando lo pones difícil, es estúpido intentar saberlo. Y lo que es estúpido qué importa, para qué lo quiere nadie.
Jag.
28_6_2020


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ESBOZO APROXIMADO DEL NIÑO QUE QUEDA EN MI



Quizá se me ha pasado el momento de admitir que siempre he sido un ingenuo en el momento que tenía entre manos. Aprendí a abrir los ojos después, quizá cuando ya era tarde, preguntarme, aprender y pertrecharme para entonces y para luego. Para no volver a caer, los ojos abiertos. Los ojos abiertos bien.
De pequeño me quemé un dedo por primera vez. Me hice un corte en la rodilla, de pequeño, la primera vez. Y también sentí, y me ilusionaba, imaginé y me equivoqué, la primera vez, de pequeño.
Qué complicado es todo, dije en voz alta, reanudando las estrellas.
De pequeño, por ingenuo desde siempre, no sabía el valor de asombrarme por todo, de seguir adelante explorando el mundo, descalzo o con unas malas chanclas. El dedo me dolía, la rodilla me dolía, y lo que sentí de más, lo que me ilusioné de sobra me dolía. Pero si me quedaba allí, en eso, mi ingenuidad me decía con media lengua que me equivocaba, esta vez por segunda vez. Peor que la primera, porque esta vez, me dejaba.
Así que me dije que por quemarme un dedo, por un corte en la rodilla, por sentir e imaginar y equivocarme, no podía cerrarle las puertas a la posibilidad del asombro.
Así que siendo siempre el mismo, me mudaba.
Empezaba de nuevo.
Aprendí, con ese dolor de vez en cuando, a decir a la gente no me esperes donde siempre.
Después todo se empeñó en irse complicando.
Cuando era pequeño fueron dos veces los puchos de la vecina, una vez en mi casa, y la otra vez en la mía. Y qué quieres que te diga, hay muchos otros temas que me importan, pero estos son los que se me ponen delante cuando escribo. En eso y en todo, el arte de errar es el arte de encontrar. Así que siempre adelante, tan descalzo. Porque ¿cómo quedarme en el dedo que me quemé, cómo quedarme en el corte que me hice en la rodilla, en lo que me desilusionó tanto que había imaginado?
Vine tropezando por un camino negro hasta este día gris.
Fue desorden, fue ardor ciego, equivocado tantas veces, pero era olor rosado marrón morado oscuro de mujer, y mi mirada no quiere nunca apagarse, y mi corazón no quiere de dolor vivir acorralado. Adelante siempre, tan descalzo. Poco me duelen los pinchos, si ya están en mi. Poco me iban a callar equivocaciones o tropiezos en el tonto candor de lo bello de mi mundo ilusionado.
Empiezo de nuevo, y no abandono nunca el temor de volver a las andadas. Que me pierdan el corazón y la boca y todo ande sucio destrozado, pero me niego a hundir en dolores de antes lo que con el olor de ahora fructifica en un abrazo verdadero. Y de cada poro de la piel una mano inocente abierta que va buscando la otra piel. Y si calla la palabra, no se equivocan el tacto ni el sabor, ni el olor. Adelante, tan descalzo, llegué porque vine.
Vine tropezando por un camino negro hasta este día gris.
Me quemé hace poco otra vez el dedo. Hace poco me hice nuevamente un corte en la rodilla. Semanas, días, me ilusioné otra vez, y otra vez equivocado. Pero no me entiendas desde esos días. No me busques donde siempre. Mírame. Pregunta. Escucha y pregunta otra vez, pues para cosas así, hasta ahora y hasta aquí he llegado.
Mírame. Me quemé un dedo y no me transformé en ese incendio. Me hice un corte nuevo en la rodilla y no me puse de parte del dolor ni del suelo. Mira que todo lo que me equivocó no me puso de parte del engaño. Me despido tan fácil de la sangre que pierdo, porque con honestidad y asombro la hago de nuevo.
Mírame ahora. Pregunta ahora. Olor rosado marrón morado oscuro de mujer, ahora, pues quien soy nunca está dicho del todo. Ahora, pues no está hecho lo que hago, ni sentido lo que siento.
En este mundo gris, mi mirada limpia, paso a paso tan ingenuo, tan descalzo, a ver esto cómo es, a ver qué viene y qué tiene de bello, de digno y asombroso. A ver qué puede enseñarme. A ver cómo lo vivo. A ver qué hago.
Jag.
26_6_2020


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BOOTS


¿De dónde saco yo la seguridad, sin prueba, de que ella está en mí, de que se me aparece tan vibrante irresistible electromagnética, porque sé, sin preguntar y sin que nada ni nadie me lo haya dicho, que trae su triste belleza resignada en las manos en cuenquito, porque viene de vuelta apaleada del camino que tomó sin querer, por aventura inconformismo, por echarse a saber tan imprudente, cuál es el sentido de vivir?
Jag.
25_6_2020


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EDITABLE




Tengo que anotar ahora mismo que cuando tenga que tener una secretaria con la que despachar los eventos recepciones a los que iré y no iré, la misma u otra diferente a la que esté dictando mis textos porque los estén esperando en otras partes del mundo cuerpos de bachata, almas de minueto, pieles de performans, y yo no pueda escribirlos de manera ágil, eficaz e inteligible, porque me llegó esa hora, la de la decadencia, porque me llegó esa hora, la de la recolección desenfrenada, y me la suda la risilla miope del vulgo revenío, y me la suda la chanza suficiente de la crema inaccesible, al hilo de escribir adrede ahora mismo estas putas seguridades (potenciativo), digo que tengo que anotar ahora mismo que cuando me llegue ese tiempo de premura por mí, que me acabo, que va a ser también el tiempo del ansia por la cosecha de mi huerto callado, anotar ahora, digo, que entonces no tendré tiempo de anotar que de repente me acordaré que hoy, camino de la piscina, sorteando en una acera del Rodeo una flor amarilla de tallo largo, fibroso, del color de la vinagrera, pero que ahora no tengo tiempo de documentar, que estaba machacada en el suelo, los pétalos lastimosamente desperdigados, se me ha hecho muy presente que cuando vivía en Barna echaba de menos el pan, el campo y la familia de sangre.

Ya sé que en ese tiempo ni me lo plantearía, pero ahora me parecería imperdonable omitir esto en el futuro, cuando al mismo tiempo el granero está lleno y la casa se está viniendo abajo, y por ese acaso del tiempo de entonces, dedico este tiempo de ahora a conceder a la inmediatez algo de mi presente de holgura desesperanzada.
Jag.
25_6_19



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SUME


Es nada. Es
un cansancio.
Es inútil. Lo pongo.
Lo leo.
Lo dejo. Yo diría que,
pero bueno, está
está bien, es tan
para todas tan
para todos, que
ni tanto ni tampoco
para qué, ni para
nadie, tú te vienes,
y tú, te vienes a mi cosa
a decirme te pone
lo que pongo, me dices
al lado al costado
tiene tu boca que
tiene tus ojos, me dices
que pone lo que
te pongo, y yo aquí
tan de nada, tan cansancio,
lo pongo y es inútil,
lo leo, lo dejo, y diría que,
pero bueno,
está bien,
que te den.
Jag.
23_6_2020


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POR LOS PÁJAROS


Me ahogo, aunque eso no es importante. Me debato solo en un mundo árido, aunque eso no es importante. Me desenvuelvo, trabajoso, entre gente que ama a su rara manera, y el aire está cargado de tentáculos, el vecindario bulle de ladrido de perros a las tantas, y yo escribo y lo saco sin reflexión, tal y como me había prometido a mí mismo que no volvería a hacer. Da igual. No saco nada. No doy nada. Y el charco inmenso de un dedo de profundo, está vibrando en la oscuridad con el cercano crepitar de las llamas gigantescas del granero. Digo todo esto más bien porque tiene que salir todo lo que me vaya ocurriendo, la ansiedad, el destrozo equivocado, la mordedura que se precipita sobre esas cosas que se pudren aún antes de haber madurado. Pero yo soy un canto hermoso, y aunque me duela y me hunda, aunque no tenga razón ni candor apasionado, aunque la tierra se abra de hambre o de duelo, de risa de negro desconsuelo, yo, mi canto hermoso, estribillo fallido desdichado, yo tengo que sacarlo, a las nubes, a los hongos, las rotas cortezas, inseguros temblores de las hojas de la escarcha despertando el sueño a los amantes de las noches en los prados. Yo tengo que sacarlo el canto hermoso, por mi, por ti, por ti, por ella y por él y por los pájaros. Y digo en la carcajada el sollozo, esto es sólo por mi, por ti, por ti, por ella y por él y por los pájaros. Ahí va hasta que me muera el canto hermoso sin sentido que no comprenden los vecinos. Ahí va, cada vez más ligero, con menos amor que antes, con menos aire para respirar que antes, menos carga emotiva y leche caliente y sangre y menos semilla y menos poesía que antes, pero ahí va sin reflexión para siempre mi canto hermoso. Me ahogo en mi mundo árido, y eso cada vez es menos importante. Me ahogo y me asomo a la ventana y hay una pared enfrente, y hay una pared igual de grande a un lado, y hay una pared igual de grande al otro, y yo canto un poco, estiro el cuello hacia fuera un poco, ¿y ves? en los bordes superiores de las paredes de aridez que vigilan inflexibles las cosas que pasan en mi ventana, en la parte que veo cuando ya empieza a dolerme el cuello, ahí hay un recuadro de dureza enmarcando un cielo mínimo. A veces se ve un trozo pequeño de nubarrones interminables, a veces se ve un recorte sucio de la inmensidad del techo de un mundo desesperanzado, a veces, también un azul de cielo puro que siempre me pregunto si no se habrá equivocado. Me ahogo, como digo, en mi mundo árido, y te digo que eso no es lo importante, porque aunque yo me rompa, y te rompas tú, y te rompas tú, y se rompa ella, y se rompa él y se rompan los pájaros, yo estiro el cuello fuera de la ventana hasta que me duele un poco, y elevo hasta ese recuadro pequeño de cielo encerrado mi canto hermoso, y va por las nubes, va por los hongos, por las rotas cortezas, inseguros temblores de las hojas de la escarcha despertando el sueño a los amantes de las noches en los prados. Y de verdad que no sé para qué va, pero va porque yo lo tengo, y porque sé que ese recuadro de cielo de nubarrones, de suciedad del techo del mundo desesperanzado, ese trozo de cielo azul seguramente equivocado, ese trozo cuadrado de aire que me pilla tan lejos, va directo al infinito, y porque yo lo tengo, hacia eso elevo mi hermoso canto.
Jag.
21_6_2020


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DANDO LA ESPALDA A LA HISTORIA

Todo pueblo que da la espalda a su Historia, está condenado a seguir escuchando a Ana Belén y a Loquillo.
Jag.
19_6_2020


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Bunbury

"Soy un firme defensor del derecho ouaaaauaarhh bumbum dadda dadda daddáaa"
Enrique Bunbury
Jag.
19_6_2020


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UN POCO DE AIRE


Leer a Faulkner me mantiene en la sensación de sentir que una mujer está a punto de lanzarse a llenarme de besos la cara.
Jag.
18_6_2020


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LAS PALABRAS


Pasa, ocurre, te das cuenta, y no puedes pretender valorar o manejarlo, cuando quieres, en su justa dimensión.
Pasa, ocurre, y los hechos tienen su propio papel, en ti y en todo. Pasa y ocurre lo que ves y lo que no. Lo que alientas. Lo que se te escapa.
Creo que es bueno, o humano, o prudente, parar y quedarte quieto. Dejar que los hechos sucedan, que paseen solos lejos de tu mano, dejarles su papel propio, su sensación de libertad. Dejarlos para siempre, dicen los estoicos, dejarlos por un tiempo que tú consideres, ya te digo, bueno, humano, prudente.
Siguen pasando, ocurriendo, o no, durante ese tiempo. Después, cuando concluyes que ese tiempo libre de respiro se termina, quizá ya puedes ponerte a valorar lo que deseas y necesitas, en relación a esos hechos. Quizá lo que pasa ha pasado y lo que ocurre caduca. Y quizá no. Entonces podrías ponerte a saber qué pedirles. Y dejarte conocerlos hasta saber lo que esos hechos necesitan y podrías ofrecerles.
Sólo después de ese tiempo de respeto por los hechos, es ético, pertinente y útil que te pongas a buscar las palabras.
Jag.
18_6_2020


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LO QUE PASA, LO QUE OCURRE


Está lo que pasa y está lo que ocurre.
Lo que pasa y lo que ocurre no siempre pasan u ocurren por tu mano.
Con la esperanza, esperas que algo que necesitas pase. A veces funciona, aunque todo es muy incierto.
Con la fe, haces todo lo que esté en tu mano para que lo incierto ocurra. Y a veces funciona.
Envuelvo "Amora. 2016".
Va camino de su nueva casa.
Jag.
17_6_2020


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TENGO UNA LETRA BONITA


En la parte sucia de oscuridad del grave mundo descarnado, a compás con la estupidez, que todo lo tiene preñado, la frivolidad e inconsistencia, la asumida debilidad, cuando me pongo a hacer mi letra, sólo me acompaña el eco de la punta caliente del bolígrafo, que con mi torpe emoción asombrada, rasga susurrando en la aspereza inclemente de un papel desocupado.
Me lo dice mi asadura retorcida. Me lo dice mi sabia varaverde amarga: fuera de ti, desconfía.
Mi premio máximo de siempre, la galleta el pescadito que vuelven a recorrer, al final del número grosero y oxidado de costumbre, la boca la laringe hasta el estómago atontado, es confirmar, engordando penoso el a mí mismo quererme, una anhelada por previsible decepción aburrida que, vestida de gala de chino del polígono, oliendo a porro apaleado y chicle gastado de menta, tomada del brazo de mi rocosa intuición, me traen a paso escueto y marcial, regalado, el dolor mismo que de siempre yo esperaba. Sólo que estas veces quiere que le aplauda la ropa de fiesta.
Sólo yo sé cuidar, pues, de mi humor como es debido. Y me enerva lo indecible -pues sé que nunca me ha servido- que me vengan con las bragas destensadas a meneármela con la tonta.
Así que, en un mundo de asumirse inútil por denodar los trabajos de abrir tan largamente la dura nuez que yo sabía tan vana, en este paisaje tan singusto de sorpresa ninguna, ¿quién malgastará lo poco que le quede de inocencia en decirme, con aspiraciones adultas de conseguirlo, cuándo y cómo y por qué para qué y dónde y con qué y para quién, si no es por el trabajo y el intento por su propia expresión y belleza, habría yo de poner la pugna en hacer funcionar y alzar hasta su valor verdadero esta letra tan bonita que yo tengo?
Jag.
17_6_2020


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FRIDGE


Hablar, hasta quedarme vacío, de tanta cosa que por lo visto era vital, y que acostumbré a dejar callada en olvido.
Como las mitades descoyuntadas de una concha que se me arrojan, sobre la boca, una mano sobre otra.
Una no sabe, y yo no sé hablar. Otra lo intuye, y yo no sé hablar, y las juntas de los dedos rebelándose, tan cómplices, tan perezosas.
Aplacar la fiebre que conozco, me decía, el distante calor que se derrama, para tanto preguntar en la noche, en el hueco, y que nada se duela equivocado.
Reconocerme cuánto de ti estoy hablando todo el tiempo. Aunque solo, por ti, a nadie pregunto conmigo.
Ese silencio de ti se me vuelve a la boca. Yo, frustrado y él, festivo.
No es un buen compañero, y es el único testigo.
Jag.
15_6_2020


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13 de junio de 2020

MEDIO LUGAR CONCRETO



Últimamente estoy mordiéndome un labio antes de decir que va a salir un texto. Es una espera que no sé si es por prudente, no sé si por indecisa. No sé si es por ti, no sé si es por ella. Pero me paro más que antes, me paro más y espero. Y no es por lo que tú me ocurras, no es por lo que ella me acontezca. Los leo más despacio. Les pregunto si quieren salir así, como son, hacia un nuevo lugar, no sé si corazones y bocas, no sé si hacia la piel, los oídos de alguien. Les pregunto, mientras los leo, más despacio, así como flojito, ¿quieres? ¿quieres ahora? ¿o acaso preferirías esperar? Esperar a que se serenen las aguas sulfuradas, las nubes dolorosamente eléctricas que perturbarán los sueños anegados en las camas de las niñas y de los niños. Les pregunto, les informo de ocurrencias y aconteceres que poco a poco se van sucediendo, precipitando, les hablo con educación, delicadeza, les advierto, firme, con dulzura, mira que serán las uñas de los dedos tan crispados, mira que pueden ser la risa desdeñosa, los ojos ignorantes, los coños, los callos, los padrastros, la fina piel del costado. ¿Quieres ya? ¿Quieres ahora? Y así, más o menos, en esa espera obtusa, en ese tenso comenzar de algo en la bruma, tengo ahí por hacer, sin saber si es por ti o por ella, una básica distribución de la implicación paulatina de las luces de un soberbio amanecer impertinente, que van gradiando hacia los colores de las purpúreas tierras que se sumergen en un sórdido desfallecer.

Jag.
12_6_2020



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11 de junio de 2020

ES PARA UNA AMIGA



Amo la escritura, por ejemplo, de Faulkner, Cartarescu. A sus libros, cuando estoy solo, les doy besos, bocados, y me parece que haría cualquier cosa por ellos en serio. Pero luego me paro y pienso un poco raro, mientras el agua de la alcantarilla corre vibrando bajo mis pies, transportando suciedad y sobrante miseria insalubre contraria al florecer de la vida hacia un ineludible destino de mierda, pienso, digo, ¿a Faulkner, Cartarescu, cuando estaban a solas con ellos, les amaban? ¿Les daban besos, bocados? ¿Había alguien que pensaba que haría cualquier cosa por ellos en serio?

Jag.
11_6_2020



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SSSH CALLA



Escucha. Observa cómo
oculto de lo que se ve
y se siente,
entre tu piel y mi piel
lo sabemos y decimos,
mientras todo
se está acabando.

Jag. 
11_6_2020



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ZOOM



Cuánto duele cuanto esperas.

Es ocuparte de los zapatos de algo que vuela. Ir tan equivocado a forzar su naturaleza: el fin y principio de algo que no empieza ni acaba, que no quiere nombre ni busca casa.

Es ese adolecer específico de haber puesto la imaginación en algo concreto.

Jag.
11_6_2020



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PUEDE SER QUE SEA ESO Y ALGO MÁS O MENOS



Por nada del mundo quiero que parezca que lo he dejado todo por imposible. Es más bien al contrario. Es más bien una nube de american golden finches que se precipita del cielo y sólo yo veo. Es más bien lo de ser un bobo ser luminoso que tiene pisado el interruptor bajo la pata de una mesa repleta de viandas, de objetos que lanzan destellos vacíos, souvenires de resina de países que nunca hemos visitado, y disfraces ridículos monstruosos que guardamos porque un día nos costaron un dinero.

Llegué y con un patético ladrido susurrante me dijeron tú también tienes derecho. Me dijeron no pareces el de antes. Y el alcalde de entonces, el de ahora, los amigos de siempre me dijeron has cambiado, y yo les respondía es que he estado vivo todo ese tiempo en que vosotros estábais yóquésé, recordándome, imaginándome, suspirando incluso por que las cosas no hubieran sido nunca como fueron. Pero fueron así, y cada cual puso su parte de inconsciencia y alevosía en ello. Fueron así y ferozmente se fueron añadiendo desviadas complejidades, hasta acabar en lo que es todo esto ahora.

No me estoy explicando bien. La tenacidad no sirve a la hora de intentar hacerte entender. Igual que la voluntad de uno no sirve para que dos o más se acaben teniendo en cuenta.

Probablemente soy un alma arrugada encerrada en un pequeño artilugio con el resorte destensado. Probablemente soy un alma al acecho, inmadura, obstinada, egoísta e insensible. Puede ser que sea eso y algo más o menos. Pero nunca podré comprender esa dejada alegría por seguir adelante, con tozudez, en este rastrojo adormilado que suspira por puentes y por días señalados. Nunca podré entender cómo no ver lo urgente que es ponerse todos los días con toda el alma a que la vida cambie para mejor segundo a segundo, minuto a minuto, hora tras hora con toda la fe toda mujer y todo hombre, y así semanas seguidas con toda la fe también toda niña y todo niño, y así meses seguidos con toda la fe también toda anciana y todo anciano, y así años incluso, acompañados por la fe irracional de los animales de compañía que viven con todas ellas y todos ellos dentro de las casas, y también las aves, insectos y bestias que viven en las granjas, en los límites de los cercados, y también por la fe montuna de los animales y las plantas que viven libres en los campos, así segundo a segundo, minuto a minuto, hora tras hora, día a día, y así semanas, y así meses, incluso años con toda la fe de todas y todos poniendo con toda el alma por lo menos el intento de que la vida cambie para mejor. Como si vivir fuera tan sólo ahora mismo y ya está.

Yo no voy a perdonar nunca, por la paz, por el amor y por la salud de quienes de verdad me quieren, no voy a perdonar que se haya reunido un tribunal para recalificar y decidir que habia que recortar mi sonrisa. Quien nada sabe de mí es porque no me preguntó a mí o porque nunca se ha interesado. Quien nada sabe de mí nunca entenderá hasta mi fondo el trabajo de vivir atento a un rabo de lagartija, y darle algo de aire y espacio, y darle algo de todo el amor voraz que pide y necesita. Quien nada sabe de mí nunca entenderá hasta mi fondo el trabajo de levantarte de una silla y dar vueltas y vueltas por la casa hasta llegar a comprender.

Ahora sólo sé que todas y todos necesitamos algo concreto en el momento preciso. Ahora sólo sé que tampoco sé hacer lo que tú no sabes hacer. Ahora sólo sé que tú estás ahí, y aquí todo me pesa y me atenaza, y eres tan radiante y enigmática y por desvelar y descifrar y redactar, y todo yo se convierte en un río. Es como un desmontarme líquido de repente, cada célula liberándose de su límite sólido y derramándose de golpe sobre el suelo duro, y llego a una especie de paz intranquila y doliente, porque no quiero enfangar ni penetrar en la tierra fértil para hacer crecer la miserable vida estéril de siempre. No quiero continuar, pienso desde mi conciencia líquida, no quiero ayudar a que toda esa imbecilidad se mantenga y prospere. Tú estás ahí, y sin violencia, todo yo se hace río en el aire. Y mientras cae, yo me digo que ojalá que llegue un instantáneo cataclismo que me evapore y deje todo lo demás tal como está. Ojalá que un viento compasivo me lleve lejos de aquí, como una vergonzante nube expatriada. Ojalá que una certera providencia me exprima en un chaparrón repentino inexplicable que te pilla a medio camino de tu casa. Ojalá cuando te sientas a secarte, a cambiarte la ropa empapada, te digas, así que era esto.

Jag.
9_6_2020



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EXTRAÑOS

-No pareces tú.
-Porque soy más.
Jag.
8_6_2020



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7 de junio de 2020

...


Me importa más de lo que es de saber, y no sabe y sin querer, su callado arder, ella me llama.
Es una tela el tiempo, plegada en sí misma, y ya tan a su sitio he llegado sin haberme movido del mío, tan pequeño y asfixiado. Temeroso de ser y no saber hacer lo que fue, lo que es, lo que vino a brindar, lo que ocurre por celebrar y partió por completo mañana.
Estoy en lo que ella es. Me silencio helado la sorpresa: quiero mudarme a su palabra, y no puedo dejar de mirarla sin querer.
Tan callado he llegado a ese aliento que siempre por dentro arrasa. Quieto me contengo, no vaya a salir a la vida a propagarse.
Jag.
6_6_2020


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4 de junio de 2020

BRAVATA ESPUMA


Sí, me pareció hasta bonito cuánta flor y cuánta piedra sentías tener dispuestas en la boca.
En la distancia, desde el claror, cantaba tan patética inocente la mano niña que en la vida iba a lanzarme nada.
Cuánto tenías que jugar a sentir, tan abierta y desprendida, para romper la nata del cazo de leche que se te enfriaba triste. Cuánto baile y estertor en la puerta de la calle para saber que vuelven a mirarte con ardor el hornillo en la cocina.
Vaya inmaduro verdor el de alentar el juego y acabar siendo de juguete.
Jag.
4_6_2020


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UN TIRO AL AIRE


Soy libre de decir lo que quiera, como pueda. Aunque quiero saber, no tengo que saber más de lo que sé para escribir algo.
Un libro se escribe para hacer preguntas. Preguntas libres, dirigidas, sobre todo, a quienes no lo van a leer.
Jag.
3_6_2020


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2 de junio de 2020

SEI UN BIMBO BELLO MA CATTIVO


Vamos a ver, si el libro que yo quería hacer era de uno que no sale a correr ni tiene frases bonitas para la gente, si quise hacerlo tan sencillo y me encontré de pronto en esta sensación de crepúsculo, si yo quería que fuera de saber tan pronto y tan de repente que todo es amor y que amar y ser amado ya a eso tienes que echarle de comer aparte, y en las islas ya de eso me apartas una cría. Si el libro que yo quería hacer era sobre explorar que todo importa al tiempo que nada es importante mientras día a día sufres y te ríes y avergüenzas a quien no debes y te preguntas a qué mísero hondor llegaste para que algo hiciera que te sintieses compensado y a qué mal y cattiva del tuo sogno sei arrivato fratellino mío, mientras segundo a segundo te ves de la vida ninguneado. Si ese libro que yo quería empezar era de sentirme estúpido en este mundo de listos, y sentir que voy perdiendo la vida sólo por insistir en hacer todo por que sea plena, si, insisto, tan de siempre supe que amar y amarme era tan sencillo como eso de estar en el mundo con las mejores intenciones solamente, pagando con la máxima ofrenda que es entregarse uno mismo, para una vez que vienes, y la perdiz echando la pota miserable de juntarme con niñas y señoras que de eso por lo visto qué poco entienden. Digo yo que si ese libro iba a ser de eso, ya debería reconocer que ese libro lo he empezado hace ya un tiempo considerable e indeterminado. Quitarme, por mi salud, debería, la presión de que, respecto a eso, pienso que no hago nada útil ni doy pasos efectivos, ahora que me veo pasando con creces la edad en que los grandes, ya de vuelta del desengaño por la inutilidad de sus grandes libros, se han pegado un tiro fácil, se han puesto a medir por la cuenta la vieja la altura de algún puente desmesurado, se han comido a conciencia un yogur caducado, y antes de hacer la digestión se entregaron a las bravas del río helado. Que sí, que ya había empezado ese libro de recoger suciedad y ambrosía para lo postrero, cuando al fin se hilvanan los ratos en un todo en que todo serán preguntas y ya habré perdido amabilidad y más para responderos.
Debería inventarme ya un orden cualquiera con extensión conveniente, y dejarme de los retos imaginarios con que pagan sus alquileres los de Fuentetaja. Proclamar que no tengo hijo ni gato ni Maga. Proclamar que mi infancia y expectativa a quién mierda le interesan, que no sé francés para concursos, y que lo que ha caído entre aquí y aquí mismo, tiene ese título tan especial que me ha salido de la minga. Que planifiqué desde dentro del ceño aunque sepa que me veré juzgado por lectores de memes, por indiferentes mal formados, que todo lo verán gintonicado e inadvertido del absurdo mecanismo de mis tripas de mi corazón.
Así que largar sin pausa ese libro de siempre apresurado. Largarlo es la palabra. Librarme de él incluso antes de que suene bien, pues se precipita el tiempo que nunca se había ido, ese tiempo en que las máximas esperanzas estuvieron puestas en el vuelo de un negro Seat 1500 que con faros ojivales de gótico tardío, enseñoreaba aristas de odio, y perpetraba sin luz sus venganzas en la noche.
Jag.
1_6_2020


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SIN ECOS


Hay cosas que sé sin que me las digan. De pronto, alguna vez alguien, a su manera que sea, ve que sé, y me lo hace ver, y me río.
Por educación, me río, como digo, por lo que sé, y porque alguien sabe, alguna vez de pronto, que sé. Me río como a quien de pronto desnudan, aunque sólo yo sé que nadie ni alguien, saben de mi desnudez. Entonces parece que algo duele mientras me río.
Para mí solo, queda entonces, que si no me río, más me va a doler.
Jag.
30_5_2020


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Espacio y libertad
para delimitar
mi pequeñez.
Jag.
29_5_2020


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GOLEADA


A ver qué tiene tan diente y el aroma por dentro de su ropa. A ver su talla -la suya-, sabor que esconde, yo me digo.
A ver, suspiro, si admite un dolor pequeño, de sangre y alborota. Un sonido de a punto de irse y de echarse a morirse por si el fulgor, el vértigo, el brillo.
De siempre pasea por dentro y si miro pues se asoma. Es algo de mi aunque no tan mío. Me dice que oye, me dice que nada. Y sin querer dibuja mordiscos que inflan hojaldres.
Alienta el arrojo y no me deja caer al desmayo, y no le digo nada y mis puntales a los cielos elevándose.
Le pienso las piernas, pero me callo exacto en eso, y oye se me envalentona.
Jag.
28_5_2020


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¿Cuándo vuelves?

Creo que le has gustado
a mi piraña.
Jag.
26_5_2020


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TANTO ROLLO


Andábamos sin buscarnos,
por lo de la grieta
por donde entra la luz,
porque sabíamos
que ni de coña.
Jag.
25_5_2020


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JARDÍN MARRÓN


Era la oscura puerca, que se te pone delante, y no permite que pases si no es cruzando su umbral. Era acomodar el deseo a la palabra rota, cansada, que remueve sin querer los vientos que no llevan a ningún lugar.
Era la cosa graciosa sin forma que callada mantenemos, un suceso que no se atreve a ocurrir, y sin embargo, por otra parte, pero, no obstante.
Serán unos dientes geranios en la boca mordida sonriendo, llamarada que abre una puerta, rajando de alegría, luz de fragante espino para los cielos en la noche. Y a sus pies, un charco negro de agua quieta, en el que la luminosa barbaviva le hace cosquillas en el coño al infierno.
Jag.
24_5_2020


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SOUVENIR


No estamos en el tiempo ni en la temperatura de amarnos con las letras grandes, yo creo.

Sí, es verdad es cierto que hay como flotando ese puñado de cosas escondidas que funcionan igual en tugurios que en sitios elegantes, palabras sueltas que dejan pellizcos raros y que ponen a uno al sobresalto de querer tocarle la cara al otro. El pelo, una arruga de la ropa, no lo sé del todo.
Pero eso me parece que no quiere decir nada.
Nos abrazaríamos. Nos lanzaríamos a unos besos seguramente, y basta. Si en el abrazo el mundo, entre mi pecho y sus tetas, nos colocara un huevo de codorniz tembloroso, no se caería al suelo, pero tampoco se rompería entre nosotros, me parece.
Jag.
24_5_2020


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Ayer pensé en ti.


Sobre todo,
en lo bueno.
Jag.
23_5_2020


.

Día 70 del confinamiento,


Entre asco y pereza,
con algunas cosas, me vuelvo para la cueva.

Es verdad que algunas cosas sólo están en los libros.
Jag.
22_5_2020


.