28 de marzo de 2015

FLORITURA

En su tiempo, aquella mujer
me besó con ganas.

A pesar de que,
recién despiertos, voraz
el aliento nos ascendía desde
las alcantarillas del infierno.



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27 de marzo de 2015

"Emotional Landscape". 1998

38,5 x 27 x 27 cm.

Mixta / madera / cristal.





"Manual para comprender a un perro o a un gato." 1997

43 x 56 cm.
Mixta, madera, cristal














Las "Construcciones" las considero obras de intervención desde diversas ópticas. La principal es la de ilustrar mi preocupación por la falta de implicación por parte del público a la hora de "contemplar" las obras de arte. En mi opinión de entonces, echaba de menos una intervención más activa (menos contemplativa) a la hora de entender el hecho estético.
Para ello, a modo de juego, propongo obras-juego mecánico en las que es obligatoria la intervención manual, de forma espontánea e intuitiva, para poder "contemplarlas". Además, subrayar que el arte es arte porque a la gente "le toque", y desacralizar, básicamente, que puestos a pensar en algo sagrado, más sagrada es la gente que el intento plástico de una sola persona.
En el caso de "Manual.." el intento de buscar implicación tiene una vuelta de tuerca: al contarle a mi madre (Sebastiana) mis motivaciones alrededor de este tipo de obras, se partía el culo y me decía "es que es pa matáte". Así que me planteé que por qué no diseñar algún tipo de estrategia que conciliase procesos de trabajo radicalmente distintos, para lograr un objetivo común. Así que me busqué una serie de reuniones con mi madre, en las que yo le contaba qué quería conseguir con estas obras (me decía pa matáte, más o menos cada diez minutos), pero con otro tipo de atención: le dije que cómo podría ayudar a los objetivos de la obra con una aportación en la que ella se sintiera artista, y que la firmaríamos los dos. Así que, para que la obra tuviera que tocarse, y que la gente tuviera una mezcla de respeto y atrevimiento al hacerlo, pues la Sebastiana dijo que, por delante de todas las puertecitas y pinturas de la obra, le pondría una cortinilla de vainica y puntas de crochet en blanco roto. Como las cortinillas del sagrario de la iglesia, decía. Tomahí.
Jag.
17_3_17


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"Tribulaciones de un Gracehopper". 1999.

Tres piezas: 6 x 21 x 26 cm;
31 x 25,5 x 41 cm;
11 x 11 x 41 cm.

Mixta / madera / cristal.


















26 de marzo de 2015

NO ES ARGUMENTO


Un día como hoy, con los ojos abiertos a mi vergüenza y a mi cobardía, pero también en la conciencia de que, a pesar de sentirme débil e inconsistente, cansado para las cosas importantes, no voy a dejar el empeño por tocar la frente y mirar a la cara a la vida, cuando venga de frente, y oponer con amable firmeza mi mano cuando la vida venga en dirección dubitativa, con las fuerzas de soslayo. A pesar de reconocer la inconstancia por mi amor propio, incluso en días soleados, no dejaré de armar el brazo decidido, o al menos la opinión, la sugerencia, la corrección, el desvío y si llega el caso, la oposición.

Un día como hoy, en que siento en carne viva mis faltas, con cierta fe, con una aproximación a la esperanza por cierto amor que te digo, me he ido a comprar el libro de un autor que he sabido denostado. Y lo hago como parte del empeño básico de intentar saber algo más que ayer, sin pararme en la opinión de otros, o al menos hacer lo posible, o en último término, seguir mareando mi ignorancia en el interés por un nuevo libro.

Y voy, y no es la primera vez, a comprar este libro con tu compañía involuntaria dándome vueltas por lo mío, los bolsillos, las manos nerviosas, los huecos del estómago, las vagas decisiones, las neblinosas emociones, los dudosos perceptos, las febriles imaginaciones. Y voy, digo, en tu compañía, y todo es como es, como una fuente preciosa, como una última puerta que se abre.

Creo, espero, y amo, me digo mientras pago el libro, y acepto la dudosa certeza de que comprar contigo cierta cosa, es una especie de hecho tuyo y mío. Y sé que no es argumento, pero apostando vida real en este tipo de juegos es como he crecido.

No hago más que abrirlo, y "Creer, esperar, amar" de Laín Entralgo, se me empieza a descuadernar. ¿Sabes? no es cuando llegan las malas cuando abandonas tu lado mágico. En verdad, se tensa, se posiciona, se reafirma y crece.

Es un dolor que se añade a mi carga, el que mi creer, mi esperar, mi amar, que se alimentan en las ansias por lo tuyo, se acaben lanzando a vislumbrarte, a aprenderte, en las páginas de un creer, de un esperar, de un amar que se descuadernan. Lo que tengo o lo que me falta contigo, no es práctico pero es siempre sencillo. Se basa en creer en ti poniendo cuidado. En esperar en ti. En amar con cuidado.




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22 de marzo de 2015

ATRAVESADO



De entrada, Dios les dio a Eva y a Adán, un jardín del Paraíso para que insistieran. Sí. Yo me he mantenido adepto a las caricias. Pero tengo días en que me pregunto qué me ha dado a mí, el amor. Yo he insistido en mirarle cara a cara, en darle, y me he entregado. Pero a poco de levantar la cara del contacto con la yerba, he visto el campo salpicado de mierdas de perro.


Pienso en ti. En si tendrás una facilidad parecida en lo de sentirnos dañados. Me descubro prendiendo velitas, con modos más generosos, deseando que venga el amor a destrozarnos.




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ESTAMOS



en el momento de sabernos.

Ella se tiende en el llano.

Yo de pie,

pendiente.




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CARICIAS 2



Escribir y publicar en tu tiempo.

Decir cosas que te hagan sonreír,
en tu intimidad.

Agradecer que estás, y hacer cosas por ti, 
de las que no vas a saber.




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PEQUEÑO INTERIOR PRECARIO



Me gusta cómo me miras.
Me gusta cómo mueves la cucharilla.
Me gusta cómo haces bolitas de pan.
Me gusta cómo coges el cuchillo.

Corta, corta despacio.

Así.

Me gusta.




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MÍMESIS


Un hombre está acostado, de lado, en un lado de una cama grande, vuelto hacia el centro. Está destapado y dormido. Las piernas están juntas, el hombre duerme abrazado a sí mismo, acurrucado.

Una mujer se sienta en la cama, en el lado libre. Siempre moviéndose dando la espalda al hombre dormido, la mujer se tiende en el hueco que la postura del hombre insinúa. Se va acomodando para dormir junto a él, buscando el contacto con toda la longitud de su cuerpo dormido. Le abraza los pies con sus pies. Pasa uno de sus brazos inertes por delante de su pecho. Duerme como sentada en el hombre, abrazada a su brazo.




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20 de marzo de 2015

Sé que ella

Sé que ella
todo eso, porque ella sabe
que estoy hecho de verdad
con esa inocencia
que tiene la gente normal
antes de saber
lo que se nos viene encima.




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16 de marzo de 2015

Videotexto # 8_Presencia


Videotexto # 8_Presencia from JAG. on Vimeo.

Actuación/voz en off: José A. González.

Guión y Dirección: Ariel Fernández Verba.(https://vimeo.com/afverba)

Producciones Flamantes

Pueden leer el texto original en:
http://hambredejag.blogspot.com.es/2015/03/presencia.html



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DREAM FACE SONG


He soñado con tu nombre, sin más, en un sueño excitante, abstracto y sin signo.


No eran palabras en mi sueño, a ver cómo me explico, no eran escritas ni pronunciadas, sino más bien una especie de idea omnipresente que se explicaba por sí misma. Como una fuerza latente: el oxígeno que respirará el submarinista, callado, tenso, comprimido a su espalda, antes de haberse lanzado al agua.



Enmedio de mi bruma onírica, tu nombre se me aparecía como latiendo en silencio, suficiente, localizado en una inmensa cuadrícula tridimensional invisible. Era como si tu peso, tu lugar en la vida, con todo lo que aportas al mundo, tuviesen un lugar propio, unas coordenadas específicas, en una tabla infinita de excel.



Me movía trabajosamente en la cama, soñando tu nombre. El día viene claro, me decía a mí mismo, sonriendo en el duermevela. Y tu nombre, como que se me imponía por dentro, y al tiempo entiendo que algún tipo de contable divino ha parcelado el universo para facilitarnos las cosas.



Hay una casilla con tu nombre, en la inmensidad del todo, y yo la he encontrado, en mi sueño. En el estómago, como una cavidad vacía, que al mismo tiempo me contiene y me indispone a discernir entre dentro y fuera, entre tú y yo; y yo avanzo un dedo hacia una casilla al lado de la tuya, y al tocarla, en un suspiro, a dos centímetros de mi nariz, desde el suelo lechoso del sueño, se disparan hacia el cielo estructuras retorcidas de negro metal hiriente oxidado, como ruinas que aspiran a tener un sentido constructivo, como skyscrapers rotundos preñados de yonquis babosos inofensivos, como espadas ardientes de fuego invisible que desafían la majestuosa inmensidad del cielo. Y por sus rendijas, un viento metálico, inmiseridorde, me susurra, entre dientes,



ocupado... ocupado...



Con tu nombre pululándome en las entrañas, ya pueden venirme mensajes disuasorios. Mi corazón, con tu nombre en la boca de mi sueño, es un saco de ratones que se descose por los cuatro costados en mitad de un campo de espinos. Sueño tu nombre y mi paz todo lo puede. Y la vida puede ser un domingo de tristeza contenida, pero la verdad es que camino gozoso esquivando todas las trampas, todas las durezas que se inventen las señoras y señores que con su propio miedo ancestral, con su pobre miope cobardía, construyeron razones para ningunear la poesía, falaces poltronas desde las que nos dicen, a ti, por tu lado, a mí, por mi temeridad: sean todos bienvenidos a la vida real.



No quiero, ni soñando, una vida de qué-vamos-a-hacerle.



Yo sueño con tu nombre y todo son cosquillas.



Sueño con tu nombre y no puedes hacer nada. Es así, básico, sencillo, natural. Ya pueden quemarme los puentes, perderme las llaves, cerrarme las puertas.



Los soñadores parecemos gente caprichosa embobada en la construcción de su irrealidad, pero nadie como un soñador tiene tan a la vista la vida real. Nadie tiene tan presente lo que le falta. Sí. A veces parecemos bobos suicidas, pero mira bien, dentro de nuestro debatirnos entre entusiasmo y estupor: queremos una vida real mejor. No perdemos energía en debatir ni presupuestar lo que es posible o no. Soñar es darle espíritu constructivo a la insatisfacción. Y ante eso, extiéndeme campiñas de flores aburridas, hechas de sol acostumbrado, engalanadas de perfume heredado, esperando pasivas algún destello descuidado de la aplastante vida natural, tan lógica aburrida.



Soñar es lanzarme de cabeza a las leyes que tengo por escribir. Sumergirme en una paciencia ansiosa por el sabor de lo inconcluso. Te huelo. Te estoy dibujando sin forma, sin límites, en mis entrañas. Y así me entrego más profundo, si cabe, en la construcción del mundo que quiero.



Ya despertando, no puedo dejar de lado que detrás, dentro, delante de tu nombre hay una mujer censada, con todos sus derechos y deberes, con sus cargas y anhelos, en la vida real. Y aunque es cierto que pensando esto, la casa me parece muy fría para el tiempo que entra, en realidad nada cambia, básicamente. Tu nombre también está despertando conmigo, y empiezo a ensayar algunas costumbres mecánicas, me hago un café grande, con alegría íntima y en los labios apretados, una especie de satisfacción contenida. Sólo con soñar tu nombre mi vida ya ha mejorado.



Yo no dejo de estar en el mundo, con los derechos y deberes, con las cargas y anhelos que por vivir me corresponden, por amar la antesala de la mujer que realmente eres. Yo no soy un hombre menos real por soñarte.



Pienso en la gente que me quiere. Pienso en la gente a la que quiero. Y aunque reconozco que todos estamos queriendo como sabemos, pues no puedo dejar de admitir el peso de tanto amor que debo. No es sólo que te quieran, la vida. No es sólo admitir que todos los intentos serían merecedores de tu respuesta. No es que me quieran, no es que yo ame. Para amar, en sí, ni tú ni yo nos necesitamos.



Sueño tu nombre, con su mujer por dentro, al lado, ahí donde estás, aquí, en mi hogar alquilado, y me abrigo dos veces:

Una, por mi frío,

Otra, por el frío desangelado e inmisericorde que gobernaba tu barco ardiente, mientras bajabas por la calle mayor de tu pueblo, sabiendo tú sola que en alguna parte está el amor que te deben.



Y ahora me vienen tus decepciones y desplantes, tus renegociaciones, tus logros, tus dolores, tus márgenes de mejora. Una mujer real, como decía, después de todo. Es lo único que no pierdo de vista.



Sigo adelante el día y por dentro de la boca cerrada, como que tengo una orquesta ordenando sus partituras, templando cuerdas, acumulando vientos, domando metales. Por dentro de la boca cerrada, sin letras, sin palabras, se me imponen susurros que me ayudan a discernir entre lo fácil y lo sencillo. Me ayudan a abrir los ojos del todo. Me ayudan a preferir.



Se me acaba instalando en el alma, ya despierto, como siguiendo una rara alegría sin contrato, como un saber audaz, inocente e incontestable, que sin detenerse a debatir entre lo posible y lo deseable, sin pararse a clarificar lo pertinente, lo negociable, lo sorpresivo, lo esperanzable, tan sólo sabiendo que he despertado, y hallándome colmado en mi propio sueño, un pájaro de silicona se da topetazos contra las paredes de mi estómago. Lanza sus cantos contra mi boca cerrada.



Sin palabras te llevo conmigo, poniendo parte de tu ventura en mi sonrisa, al saludar en la panadería, en el super, al negociar toda la ambigüedad que se extiende entre la pena y la alegría, entre el deseo y la decepción. Un paso puede ser de arena y el siguiente puede ser de cardo, pero te pienso y sin querer me gobiernas, y salgo a la calle, como digo, con la única canción que quiero, sellada en los labios.



Sin notas, sin letras, encaro el día cantando por dentro que eres tú. Que eres tú.



Y este sueño que despierta en canción se me tiene que notar en la cara.


Barceloneta, 15_Marzo_2015




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13 de marzo de 2015

12 de marzo de 2015

ES VERDAD

Es verdad
que tengo
un te amo fácil.

Es verdad
que lo suelto
a las primeras de cambio
en toda la variedad
de las situaciones.

Es verdad
que lo digo
por muchas mujeres distintas
preciosas rotundas
inseguras
que se sienten feas,
a veces.

Es verdad
que algunas veces
me ha dado
un vacío en el estómago
y le he respondido
con un te amo. Y me ha servido.

Es verdad
que lo escribo constantemente,
y me gusta, sin más,
por bien ubicado unas veces,
por bien recibido las otras.

Es verdad que puede
parecer liviano, por repetido,
pero que te amo,
cuando lo digo o lo escribo,
es verdad.




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SÓLO LO ESENCIAL

¿Hablamos largo y tendido en vertical?

¿O hablamos tendidos
sólo lo esencial?




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EN CASA

Te sientes en casa donde la gente te quiere.

También donde te puedes quedar en calcetines. Por dentro
pueden estar diciendo:

¡Todos al puente!
¡Defended la pituitaria!

Pero en su mesa, siempre
vas a tener tu platito de comida.




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7 de marzo de 2015

FANTASY AFFAIRE


He salido por la mañana, y se han juntado el solecito de marzo con un montón de naranjas en un puesto, al lado de un montón de tomates. Algunas veces sentirme bien es muy sencillo.

Sigo andando por la calle, y tengo en el estómago un nerviosismo que me hace sentir que quiero a todo el mundo. En los semáforos me quedo con la mirada congelada en un punto impreciso, en la lejanía, y juego a que después del vaho, esperando en el otro lado de la calle, se me aparece una solución, o por lo menos una respuesta puntual a los escollos de mis planteamientos. Y el mundo gira entonces más lógico, y la mente bla blá, y cuando la dicha empieza a ser plena, pues de repente cambia el semáforo y tengo que cruzar. El andar, como que se me tambalea, una chica con un bicing hace un sonido siniestro, otros van alelados, como absorbidos por sus cargas, y por lo demás, supongo que lo normal, las prisas, los taxis, el segurata que se aburre, que sospecha, dos adolescentes se ríen, dos perros se huelen, en fin, me he puesto a pensar en la ropa que llevo puesta, parte de mi ropa normal para un día laborable, pero no sé qué me ha dado por pensar en la que hoy he elegido. De repente me he dado cuenta de que se me ve de lejos, y he pensado en que se me siente, se me piensa desde fuera. Y la verdad es que no sé si esto se lo plantea la gente que me rodea, pero yo ando dándole vueltas, camino de un trabajo puntual, y no hago más que alargarme en la pregunta de:

si tú fueses una de las desconocidas del metro, si me estuvieses mirando, en silencio, si estuviera yo estando sin verte, ¿tú qué verías?

Me pienso a mí mismo mirando las naranjas, los tomates del mercado, relucientes, llenos de vida, mientras tú me miras a mí, sentado en el vagón, a media distancia, en mis cosas. Y pensando en eso, me viene la fantasía de que podrías hacerle caso a la sospecha de que eres una mujer única, de que tienes un lugar digno y amable en el mundo. Y yo sigo alelado, oliendo como un perro sin amo que es posible prolongar en el alma el solecito de marzo. Que me miras de lejos y soy algo en quien te ves. Alguien en quien eres sin estar. Y el mundo y la vida normal ya te pueden decir bla blá: tú te sientes en tu sitio mientras me miras. Esa es la dicha más sencilla que te puedo fantasear.




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6 de marzo de 2015

Recuerda quién eres y tápate

la boca cuando cruces la calle.

No adelantes nunca a Francisco,
y no le pegues cogotazos a tu jefe.

Escucha antes de hablar
y aprende a leer antes
que a escribir.

Y come bien,
no te vaya a confundir la barriga
y te enamores de una desaprensiva.




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Videotexto # 7_Mis Amores


Videotexto #7_ Mis Amores from JAG. on Vimeo.


Actuación/voz en off: José A. González.

Guión: Ariel Fernández Verba, José A. González.
Dirección: Ariel Fernández Verba.(https://vimeo.com/afverba)

Producciones Flamantes

Pueden leer el texto original en:
http://hambredejag.blogspot.com.es/2015/02/mis-amores.html 





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4 de marzo de 2015

ETERNURA


Dícese del tiempo volátil, embriagador e irritantemente largo en que te sientes incontrolablemente sensible hacia todo.




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3 de marzo de 2015

Ya ves.

Decir que me hago
río cuando te pienso va
a quedar vago
impreciso y poco
comunicativo. Más bien
debería
dejarme de tanta
floritura consideración
por lo que reciban los entendimientos
los corazones ansiosos,
y decir simple llanamente
que te pienso
y se me hace la boca agua
literalmente aunque te parezca
extraño o impertinente.


No te veo ni te huelo ni te escucho y no quiero
especular con lo que pasaría
más allá del simple pensarte
y que se me haga la boca agua
como me pasa
cuando hablo de Las Meninas
cuando pienso en las cosas de David Hockney Cy Twombly
la desvergüenza de Joyce, la serenidad de Thoreau,
la parte final de Memorias del Subsuelo, los
filetes empanados de mi madre y tantas
tantas otras cosas que, en fin, me llegan a confundir,
a reducir los sentimientos a líquidos,
las personas a sensaciones y a no saber
qué hacer con todo eso que te tengo,
por lo visto,
tan por ahí.





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1 de marzo de 2015

RESPIRAR

Algunas veces vivo que pienso que me equivoco. O no sé, o qué más da. La cosa bonita de la que me acuerdo es cuando me dijiste que soy un hombre del saber, o algo así, y yo creo que es una de las cosas más bonitas que me han dicho en la vida. Y ahora estás sentada delante mía, como ausente, en una silla, y me he arrodillado al lado de tu mesa para que hablemos. Si me quedo de pie y me miras, respirarás peor. Y sentir es respirar. Hablar es respirar. Pensar es respirar. Y leer, escuchar es respirar. Tú estás sentada y pongo los ojos un poco más bajos de tu altura para que respires bien mientras hablamos, y dices que es una de las cosas más bonitas que te han dicho en la vida. Y la verdad es que si te levantas ahora, sigues respirando bien. Si abres la puerta y te marchas, sigues respirando bien.

Da igual lo que hagas. Da igual vivir equivocado o en el lacrimal del ojo derecho de Dios. Si respiramos bien mientras hablamos, estamos en el buen camino.




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