23 de septiembre de 2014

ESTIMADAS FUERZAS DE LO OSCURO:


Aunque nunca espero entender
su obstinada pujanza en emborronarme
la sonrisa echándome
cada día a la calle
por conseguir pagar el alquiler,
tengo que expresarles
con satisfacción inquina
que no va a ser éste el primer mes que,
con el corazón enamorado,
voy andando, cantando a mantener
los andamios de mi alegría.

Mientras ustedes buscan con encono
grietas en mi voluntad pistas de un cercano
desfallecer rajones
agujeros
en mi condición en mis zapatos,
mientras, les digo, con toda
la generosidad que me cabe,
con mirada limpia alimento
la Fe el Amor que abarrotan
las bodegas de mi bajel.

Yo voy pleno de belleza
insultantemente pertrechado
para afrontar tormentas imprecaciones
calmas desesperantes en
mi neblinosa singladura. Pueden seguir
riendo por mis dientes torcidos
por mis ropas arrugadas, mas
a poco que abran de verdad
los ojos verán
que no más que en el bolsillo
y en el tupé soy precario.

Ya pueden bloquearme los puertos
ya pueden cerrarse de piernas
las más dulces ensenadas.
Yo no quiero ver tierra, pues sé que Ella mira.

Me he subido al palo mayor
y pongo en venta mis mensajes celestiales.
Con una parte de entusiasmo, y con otra
de desesperación, estoy bordando
mi bandera. Abro el pecho a los vientos
para que observen mi mirada limpia.

Sobre todo ustedes
saben que las cosas son como son, pero
estimadas fuerzas de lo oscuro, acomódense
en su vida lógica y dejen pasar los tiempos
y dejen pasar las cosas,
verán cómo mi alma aguanta
verán que mi rodilla,
si no es por Amor,
no
se
doblega.




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