19 de mayo de 2011

KETCHUP

En la vida hacen falta cosas que, en la cocina, tendrían su equivalente en el ketchup. Hacen falta cosas que siempre estén ahí, aunque no tengan un alto valor alimenticio. Cuando no hay nada en la nevera, siempre hay ketchup. En la vida hacen falta cosas que, aunque solas no sirvan para nada, sirvan para alegrar o para dar algo de sabor a algunas cosas insulsas que tienes que tragarte, porque por el momento, no encuentras mucho más, ni en la vida ni en la nevera.



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2 comentarios:

  1. Estoy de acuerdo contigo, José Antonio, siempre llevo un bote ketchup en la mochila por si las moscas; yo creo que hay aderezos son importantes por ellos mismos, sobre todo cuando después pasan a ser los responsables de nuestros recuerdos. El café en la terraza de un bar viendo pasar a la gente, el olor de un obrador de pan cuando voy por la calle de madrugada, el sonido de un tren al pasar cerca de la habitación del hotel donde paso una única noche, el cerco de la luna...

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  2. Cuando alguien estaba de malhumor o cascarrabias, un amigo solía decir: si no te gusta, échale ketchup. Yo prefiero chocolate del 70% de cacao, siempre va bien, pero pa' el caso, un chorro de ketchup apaña.

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