19 de mayo de 2011

MI DON.

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En el pasado consiguieron hacerme creer que lo que hoy veo como mi don, esto es, mi ambigüedad, mi capacidad para cambiar por aburrimiento, mi volubilidad, llámese mi capacidad para impregnarme de lo que me rodeaba, y renovarme y crecer o limpiarme las pieles antiguas, eso y mucho más, pues consiguieron hacerme creer que era un defecto. Como una falta de personalidad. Lo llamaban debilidad, lo llamaban dispersión, lo llamaban ambivalencia, y trataban de que sonara negativo. Sólo servía la construcción lógica de un argumento, supongo, una personalidad recta y definida, un lenguaje.

¿Y quién puede juzgar a quién? ¿Quién puede obligarme a mantenerme en esas miras que acotan y reducen? ¿Quién tiene autoridad o razón para cortar el salto de un Gracehopper?

Mía es la amplitud del salto, y mío es el dolor de la posible caída. ¿De qué se defendían?


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2 comentarios:

  1. De padecer esa grave pandemia, llamada ENVIDIA, que devastará la humanidad haciéndola clónica; eliminando todo atisbo de diversidad.
    Se pretende que todo el mundo desee lo mismo, tenga lo mismo, piense igual, se comporte igual, tenga el mismo aspecto...En definitiva, quieren que dejemos de ser seres vivos para convertirnos en marionetas creadas en serie y fáciles de manipular.
    ¡ Siéntete orgulloso de tus diferencias y se fuerte para mantenerlas !

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  2. Maravilloso tú, que no necesitas adornos para revelar lo auténtico. Te beso.

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