31 de enero de 2013

NO. NO.


No te vayas. Espera.

Ten paciencia con la leche. Escucha.

Pues sólo vapores salidos
caminos trabados
angosturas posibles
te prometen ahí afuera.

No les van a pesar tus penas, sospecho.

Quédate. Aguanta a mi lado, pues
¿qué se te ha perdido fuera?

Mantente calentita.

¿Dónde vas a estar mejor que entre mis brazos,
acunada por las nanas de mi flora intestinal?

Permanece generosa y fragante
a mi lado.

Fuera sólo hay gente temerosa
de llevar el alma andando
por el centro de la calle,
viven en el temor de que
lo posible pasee de la mano de lo improbable.

¿No te daría vergüenza de que nos viesen
a ti y a mí,
juntos y torpemente vestidos por la calle?


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