22 de marzo de 2015

ATRAVESADO



De entrada, Dios les dio a Eva y a Adán, un jardín del Paraíso para que insistieran. Sí. Yo me he mantenido adepto a las caricias. Pero tengo días en que me pregunto qué me ha dado a mí, el amor. Yo he insistido en mirarle cara a cara, en darle, y me he entregado. Pero a poco de levantar la cara del contacto con la yerba, he visto el campo salpicado de mierdas de perro.


Pienso en ti. En si tendrás una facilidad parecida en lo de sentirnos dañados. Me descubro prendiendo velitas, con modos más generosos, deseando que venga el amor a destrozarnos.




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