23 de octubre de 2017

CONCHAFINA


Todo fue tirar besos al fondo de un pozo.
Un por qué no de la mañana a la tarde.
Un momento luminoso que de repente siempre cada vez en cuando al horror se resistía.
Y yo decía,
el amor bueno no cuesta trabajo,
la nobleza no echa cuenta
del haber ni del debe,
me decía.
Y venga, una y una más, cada vez, inventar el gesto sin rencor, el saludo sin orgullo, hambre de adivinarte sin apatía.
Y todo como un perro mísero a la puerta de la casa que por detrás,
niña silenciosa, dejaste.
Todo con las pobres mejores galas que tenía.
Y al trágico caer ineludible de cada noche,
al paso negro de cada mes que sin tu atención se me moría,
un nunca más cada vez más doloroso,
un abre los ojos y las puertas que por la mitad al corazón enceguecía.
Cada vez más nunca más no te oye.
Cada vez más nunca más no te mira.
Cada vez más dentro de mi cáscara dura ese nunca más que mi vacío iba llenando con todo ese tirar besos al fondo del pozo.
Jag.
19_10_17


.

No hay comentarios:

Publicar un comentario