6 de julio de 2019

DIGAMOS QUE MANZANILLA TIENE LO JUSTO DE INTERNAUTA


1_Te vi, y supe que mañana no me acordaré, que no habrá nada que contar, porque tengo poder en la impresión de que se me ha pasado la edad de que tú y yo nos abracemos con gusto o con ansia. Bueno, a ver me explico, yo te miro y sí que me lanzaba a darte de besos en todas partes hasta delante de gente que me va a preguntar pero tú qué estás haciendo. No me malinterpretes, que preciosa y digna de amabilidad sí que lo eres un rato. Lo que quiero referir exactamente es que a mí a estas alturas pues se me enciende sin remedio el piloto, y se me viene delante cuánto estúpido sofoco y aplastante ridiculez he tenido que ir pagando cada vez que me he visto enamorado. De eso, uno fácil no se recupera. Eso era.
2_Alguna gente me dice espabila que la vida pasa, y yo no sé hasta qué profundidad o lejanía o extensión o amplitud están entendiendo lo que me dicen. No sé hasta qué punto su frase es un fruto mínimo recolectado de su experiencia vital, o si no es más que una estúpida frase hecha para darse un lengüetacillo en el ego ya que estoy débil y delante. Menos mal que nunca suelo hacer caso de esos arranques de sabiduría irreflexiva.
3_La gente se cree joven hasta el Instituto. Después empieza a bufar y a sacar pecho por cualquier mierda. El cambio llega por pistas: el abandono y la decepción (que dependen de lo que invertimos en los otros), y el cara a cara con la altura verdadera de quiénes somos cada cual (que de eso no hay quien se sepa esconder). Y luego ya sí. Luego sólo los tontos (es decir, una gran mayoría) se niegan a admitirlo. Cae por su peso, como todo en la Naturaleza. Tarde o temprano se descubre que no hay nada que cure la desgana. Luego viene un mínimo repunte de ridícula dignidad antes de enfilar la empedrada cuesta abajo del burdo simple grosero precipitarse sin más. Para quienes todavía tienen tiempo de pensar, pues en diversas tallas y colores, la enfermedad, que te pone un tiempo en la fila de los probadores, que en realidad es la muerte.
4_La carne más aburrida y frustrante en la que yo haya echado mis besos. Hay que ver cómo se pone uno a buscar amor en algo que le está apagando casi desde el principio las herramientas y destellos de querer vivir, Dios mío. Fue conseguir alejarme de ella y decirme: a partir de ahora, si tiene menos tetas que yo, lo nuestro va a ser amistad como mucho. Y me la suda cómo suena todo esto.
Jag. 
5_7_19


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