5 de noviembre de 2015

EL RESPONSABLE



El amor se mueve rapidísimo, ¿no?”



Gena Rowlands, en

Opening night”,

de John Cassavetes



A ver, yo te amo desde mis palabras, y lo sabes y lo hemos hablado, como mínimo, y te amo y me tengo que poner a vigilar de cerca mi conducta, por eso que te amo, pues estoy en mitad de alguna secuencia tuya y sobre todo, no dejo de pensar que mi amor, y las cosas que hago a su alrededor y el tuyo, pues también son espectáculo para los niños y las generaciones futuras, y si amas, tienes que cuidar todo eso. Así que te amo y emprendo acciones y mido y dirijo mis esfuerzos. Porque gratis no es, esto de amarte, amor, oye, que se lleva la tira de tiempo en conciencia, valor y suspiro, en redacción, oportunidad y tino, en expectación, fiebre, construcción imaginal, concreción, lubricidad, calentura, y por otro lado, venga desodorantes y reorganización doméstica, venga buscar pasta para hacer una compra que no dé vergüenza, y entradas y descartes de la agenda, del directorio, que tú me eres única, como lo fue la primera, pero no te tomes con segundas que respete y redacte, precisamente por tu amor, a terceras, y qué me dices de la correspondencia y vigilancia de la poesía, ya puestos a apuntar las cosas que me importan, alrededor de lo que amarte implica. Así que te amo, y además, ración extra de asumir presumibles errores al respecto, que hablamos del amor, señores, que pone al certero a fallar como una escopeta de caña, y errores asumidos, como digo, no sólo por lo que hago o digo, que lo que amas, con lo que haces y lo que dices, va formando un paquetito del que te van a empezar a llover facturas en un futuro no muy lejano, no qué va, lo más es que lo que haces y lo que dices y ese amar a quien amas, pues me está haciendo a mí al mismo tiempo, y tú, mujer, el caso que nos ocupa en este momento, le das tensión, crítica y desempolve a mis ideas, ¿verdad? A lo que soy y siento, y además a lo que soy y siento después de ser y sentir lo que he elegido ¿verdad? Amar a alguien no es algo que te encuentras por la calle, y uno dice amada, como si ya hubiera pasado, pero no, es algo que uno tiene que ir haciendo en todo momento con los ojos del corazón de par en par, y a fin de cuentas, todo muy bonito, pero nada está arreglado, todo expuesto, todo ofrecido del amor y sí, amada, creo en ti y apuesto, creo en el amor y hago y siento y decido, y la mitad del tiempo en carne viva los pellejos del alma, que cuando hablas del amor, del verdadero, todo el año y cada día son el día de la asunción, porque a ver qué me dices, por mucho que lo tenga yo claro, diosanto, cómo manejo mi vida poniéndola en manos de tus sentimientos, joderjoderjoder, respiración acelerada, explosión, sudores fríos asomados a precipicios de vértigo, corazón contenido, taquicardia y pujeo y arrebato, cómo, dime tú, mi amada, cómo me monto una vida digna, al hilo de lo que tú piensas y crees, de forma ajena e independiente a que una vez, en un lejano tiempo, en un remoto lugar, una desconocida orquesta proclamó chantatachán y yo dije voilá, aquí estoy, y en realidad no pasó casi nada, tú dime cómo se hace este amor que te tengo, en connivencia con lo que tú libremente hagas o digas, oh dios de la verdad, la que me espera, colgado de tu atención o tu capricho, amada, dime, por amor, cómo hago, si es posible digerir sin sufrires tu frialdad de roca dura en mitad de la bahía, pecadora de la pradera, dime, nuevamente por amor, por ventura, un protocolo decente y efectivo que sirva para vivir consecuente, por dentro y al lado de tu tempestad solecito. Ay, dime, amada, roedora, inconsciente de cómo tu silencio me grilla. Ay, tanto amor responsable para ésto. Ay, amada, ven te lo pido, ven, amor, mueve el culo, por tu vida.

Jag._5_nov_2015


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