8 de junio de 2017

MI SEGUNDO RECUERDO



Era una noche muy oscura. En el suelo de la casa, la luz proyectada de las ventanas de los vecinos, dejaba claros de penumbra, recuadros grises y grandes que cuando yo los pisaba, apenas se oscurecían un poco.

Puede que en mi cabeza de entonces no estuvieran muy claras las ideas de "espera" o "luego". Seguramente no alcancé o no se me ocurrió darle al interruptor de alguna luz.

Fuera, en el mundo, estarían ocurriendo cosas terribles, miles de hombres desesperados pegando a miles de mujeres desesperadas, gente revolviendo en la basura para comer, viejos deseando la muerte de sus vecinos. Catástrofes, debacles, hundimientos y destrozos. Y guerras que hoy ya han sido olvidadas. Seguramente. Pero yo no sabía de esas cosas. Yo sólo me había despertado en mitad de la noche, y me vi solo andando por la casa en la oscuridad. No recuerdo a mi hermano, sólo me veo descalzo, llamando a mi madre por la ventana de la cocina. 

No recuerdo cuando vinieron a consolarme, pero nunca se me ha borrado esa imagen nítida, en la que lloro con la cabeza alzada.

Apretaba con todas mis fuerzas la manga del pijama. Había venido conmigo a rastras, acompañándome en mi paseo desconsolado por la casa oscura.

Jag.
20_5_17


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