28 de octubre de 2020

ESPERO QUE VALORES MI ESFUERZO POR DEJAR UN FINAL ABIERTO


A cada paso, a cada impacto con el suelo, los pies iban ablandándose y descomponiéndose y dejando atrás algo de su integridad: como cuando levantas una tostada, que deja su huella de mermelada, los pies, al empezar el vuelo de un nuevo paso, se me iban sabiendo desgastados, y ya empezaban a despedirse de la próxima parte de sí.
Mi huella, de este modo, al andar, dejando inerte y olvidado lo que iba tocando el suelo, empequeñecía conforme se desgastaba subiendo los empeines, y hube de inventar un nuevo equilibrio en mi desprendido caminar, que mi huella hizo primero doble tampón sección tobillo, siguió con sección canilla pantorrilla, y más allá, óvalos de rodilla, arranque de muslo que se fue ensanchando amenazando con el zoom hacia el inminente choque de dos planetas, que cuando chocan, pues como que se asumen y se reciben y se encuentran, como dos células que se besan con naturalidad formando un ocho que a sí mismo se engulle, y la cosa sigue andando, y en mi caso concreto no roza con el suelo la rima facilona, y sigue esquivo su camino mi verbo pudendo, hasta que se va quedando atrás, informe, la remota posibilidad de la concupiscencia en el óvalo de una cintura liberada y, eminentemente digestiva, ya se lanza asumida al desgaste hacia las costillas flotantes, el esternón que se libera por fin de los nudos, el corazón pajarillo que se le va inundando de suelo la jaula, y así, caminando como digo, como puedo, desprendido, diciéndole a la serena prestancia del pecho hala a tomar por saco, tú sabes que yo he seguido adelante, no te hagas la tonta ni la muerta, hasta que me he plantado de ti delante, con este ofrecerse por entero de otros tiempos que tantas hubieran querido para sí, y a la puerta de tu casa ha llegado este reguero de amoroso paté humano, palpitante ofrecido descompuesto, encabezado por la muñeca con la mano vestida impecable, peinada planchada limpia perfumada, con su ramito de flores de los jardines del ayuntamiento que se prestaron para ayudarme a convencerte de que:
1_si una persona concreta no te ama, es patético y atrevido deducir que esa persona concreta no sabe amar, y
2_al mundo le iría mucho mejor si tú te esforzaras algo más en parecerte un poco a la persona que la concha de tu madre piensa que eres.
Jag.
29_9_2020


.

No hay comentarios:

Publicar un comentario