Mendrugos a la carta.
Y una linterna se enciende
se apaga
bajo la manta espesa.
Tengo que morderme la lengua,
normalizar el tránsito
de la dulzura al amargor.
Y dejar de soñar tu mirada en la cama
como un amanecer que empieza.
Abrir los ojos y esperar.
Recibir todos los frutos de tu carácter.
Empezar a ser guapo también para las demás.
Coín, 23_1_2014
.
No hay comentarios:
Publicar un comentario