14 de mayo de 2020

Día 61 del confinamiento,


LAS OVEJAS SE ENCOGIERON DE HOMBROS
Debía anunciar que es indiferente si el óxido o las ganas posibilidades si Dios es uno y trino.
Admitir insustancial que tú seas una cosa pequeña de las que sin dolor sin molestia se acomodan en un repente rincón escondido sin esperarlo, y se acaban quedando todos los días que quieren. Es como un deber mantener la neutra temperatura, que vengas cabalgando ideas que me besan a contrapie, y me ganan y sorprenden y asombran.
Yo lo llamo aroma que no atino a definir. Sabor que me recuerda que en la vida sigo, y que eso es todo, aunque todo lleve tanto y tan profundo tan callado.
Lo sentí como susurros escapados en la tarde que movieron una hoja.
Granitos que se desprenden de una mora.
Ahora no sé decir cuánta agua y cuánta hambre y cuánto fuego.
Ahora no sé decir cuánto viento poderosa levadura.
No sé decir cuánto me está dando tu pequeño sortilegio. Cuánta comida, promesa, canto, y tampoco cuánto para la vida que quiero ayudar a construir con la gente que quiera acompañarme.
No sé decir ahora con óxido o con ganas posibilidades si Dios es uno y trino, y no consigo disfrazar de otra cosa la cosa tan pequeña que en mi casa te dejaste, con las palabras que dijiste, y en las que no dejo de pensar.
Jag.
13_5_2020



.

No hay comentarios:

Publicar un comentario