Él es básico zapador

planteador que no tiene
mucha letra ni ciencia.

Ha leído lo injusto
y sólo tiene viajes
de parte y reparte,
y la generosidad
para el enemigo (nunca
ha entendido lo de
los puentes de plata).

Es sufrido, y no sabe
especular con el daño. Y eso
a ella la pone a trescientos,
igual que el brillo
y la peste de su sudor
cuando se planta
a contraluz en la duna.

Es más mulo que un serón,
y en la música no pasa
del tarareo de algún estribillo,
pero tiene la cuerda del globito,
que no se le escapa, y así
puede ella seguir
soltando por ahí
tranquila sus gracias.

Y sí,
tiene su ratito de orgullo,
y sonríe de colmillo,
afablemente. Dice también
que por donde él pasa
sólo su nabo es vegano. Y
no me pongáis esa cara,
que lo queréis todo.

Él no tiene tiempo
ni luces para el alarde.

La cosa es que el asunto
funciona inexplicablemente,
fueraparte
que se miran y se mojan,
ella sabe que él tiene
lo que a ella le hace falta.

Jag.

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