8 de enero de 2016

AMAR A OTRA PERSONA

A veces, amar
a otra persona es
fluir desatarse ríos de lava,
pues lo acordáis,
lo queréis, lo podéis.
A veces, amar
a otra persona es
sentirla en un río bajo la piel,
escuchar sin su voz,
atesorar entender,
lo que una vez,
descuidada,
y delante tuyo
se dejó gustar, doler.
A veces, amar
a otra persona es
vivir la vida como una ventura
sencilla silenciosa, plena
de cosas
que os construyen
y que no se ven.
Amar a otra persona,
en ningún caso
es un deber. Es,
más bien,
y simplemente,
tomados uno a uno
por sí solos,
y la una por el otro,
y viceversa en compartido,
un sencillo querer.
Con qué asa lo cogemos,
deberíamos saber,
en qué mueble o cajón
lo descansamos, y también
cómo cuándo
el tino la razón
la sorpresa el acierto,
e incluso entrambos
un por,
un con,
un para qué,
pues observa,
que amar
a otra persona
es nuestro más
útil
beneficioso
incontenible poder.
Jag.
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