2 de marzo de 2011

Cierta conciencia.

.







.

4 comentarios:

  1. no lo comparto: no sólo somos (debemos ser) prescindibles, sino que además no es tan difícil sustituirnos; así avanza el mundo.
    pero es un bonito consuelo pensar en tu unicidad, en que hay un plan para nosotros.
    y para eso está el (TU) gesto: el que condensa el trazo de estas letras sobre el papel, el de la huella expandida de una gota. En el presente eterno de su escritura, en el aquí y ahora de su lectura

    ResponderEliminar
  2. Creo que SÍ compartes: es en eso, en el gesto, en lo que somos insustituíbles. No es un consuelo acerca de unicidad, es que el MOMENTO sí es único. No hay plan porque el tiempo y lo que conlleva es una limitación, una trampa mental. Pero sí hay una percepción de tí mismo como parte activa en el presente, que se va gastando y renovando constantemente. El mundo real -lo que tú percibes de él- no es el mismo si tú no lo abordas como parte activa, como protagonista de tu propio enfoque.
    Gracias, Petits riens!

    ResponderEliminar
  3. I like your way...
    Ahora comprendo el eslogan: tu trozo de papel me está ofreciendo subjetividad absoluta, el mundo a través de un@ mism@, el mundo construido por miradas, el mundo proyectado.
    Cuidado, hay algo perverso en esto también: hacer el mundo a tu mirada o hacerte tú al mundo; que tú seas todo o que dejes de ser completamente.
    El just milieu es la retroalimentación, la ósmosis, dejar salir y entrar para igualar densidades y nosotros, como funambulistas, sobrevivimos en esa fina membrana semipermeable.

    ResponderEliminar
  4. Claro que no, si en eso se diferencia el mundo real del irreal. Todos/as formamos parte de él. Pero el otro mundo, el particular, el imaginario, el infinito, el jodidamente maravilloso, sólo admite a determinadas personas. Y estoy plenamente convencida de que no puede vivir sin tí.
    Muchos besos Jose

    ResponderEliminar