QUE NO ME LO RESUELVA DIOS

Por mi absoluta falta de esperanzas por mi y por el mundo.

Que no pasara por mi mano, que tampoco fuese un azar o una mala casualidad.

Que nadie tuviese margen para andar martilleándose por mi egoísmo o mi ceguera.

Que nadie me echase de menos por una maldición de la fortuna, por una broma del destino.

Que todo quedase después como que todo es así, con los poemas manga por hombro, las voluntades por decir, el corazón por ordenar y la casa sin barrer.

Que todo sea sin decisión de nadie y con las lágrimas justas.

Que les follen a quienes descubran de pronto que no hicieron nada por tenerme tiempo o ganas.

Que les llegue la paz lo más pronto, lo más profundo posible, a quienes me han querido sin esfuerzo y sin medallas, tan sencillamente.

Así lo quiero, y que por supuesto, no lo diga tu Dios infantil de palmaditas en el pecho y oraciones a destiempo, cuando todo es mierda, y tú confundes el perdón, el estar en paz, con salvar tu puto culo.

Jag.
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