15 de marzo de 2018

NO SABES CÓMO ME ARREBATA



Es tan sencillo pensarte y decirme pero cómo me voy a poner delante de ella teniendo el amor y poco más. Los libros. Las dudas. Las inseguridades, catástrofes, tormentas, naufragios de la mochila, cataclismos lamentables del ignoto porvenir?

Es tan sencillo pensarte y decirme que la vida se me pasa por delante de las narices y no me tiro de cabeza a saber qué piensas de mí cuando te mire a menos de diez centímetros de distancia y podamos contarnos las rayitas de colores de los iris de los ojos, y decirte de verdad las cosas que encuentro en mis profundidades con tu nombre propio.

Y quedarme a esa distancia en que podríamos como mínimo pillarnos la temperatura de los alientos, y comprobar que con ciertas cosas que todavía no te he dicho, a mí la respiración se me va a acelerar insoportable y a ti las pupilas se te van a poner como ciruelas recién enjuagadas en un venero seguramente.

Por lo menos preguntarte oye a ti que te parece si me quedo un momento a esta distancia?

Saber qué haces cuando te veas de una vez en ese cuadro. Por saber algo nuevo como mínimo.

Saber que estando así de cerca pensándote preguntándote, por lo menos se te mueve imperceptible de la nariz una aleta, de los labios una comisura. Aunque te quedes callada como un lago salado al que he llegado de noche después de dar tantas vueltas perdido en la negra espesura.

No quiero escribirte ni una de esas palabras que me tienen preñado de ti.

O vamos a encontrar el momento, el valor, el tono, la forma, o vamos a perdernos para siempre.

Es tan sencillo pensarte ahora que sabes que te pienso, porque era tan sencillo saberte en mi adentro antes de plantearme siquiera que algún día llegarías a saberlo, por mi pobre disimulo, por mi hambre, por tu sed, porque las cosas tienen que darse o ser así.

Es tan sencillo vivirme obsesionado por ser para ti un regalo, algo que te sirva, que te ayude, que te colme, que te guste y que me acoja.

Para vivir tú y para vivir yo, como nosotros.

Es tan sencillo, y mientras la gente de vez en cuando me habla de lo hermosa y lo grande que eres. Y yo les digo temblando ya imagino, y todo es como cochecillos alargándome las pinzas al corazón al borde del colapso nuclear.

Y las redes apuntando con sutileza que sólo lo difícil inspira a las almas que se alimentan en la nobleza. Que sólo enmedio de la tempestad florece la grandeza. Y multitudes transparencias simultaneidades qué tormento.

Y te pienso y me digo tengo que ir a verla, a ver qué va pasando, y no veas qué sencillo derretirme y qué difícil superarme y crecer y serte algo.

Todo exactamente como yo quería.

Maldita sea.


Jag.
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