7 de enero de 2023

Comisariado exposición+ Edición Libro Antonio Plaza



MIRA LAS PINTURAS, OBSERVA TUS CAMBIOS
Un prólogo para EN GENERAL A MENUDO CUALQUIERA, pinturas y esculturas de Antonio Plaza.
Cuando, hace unas semanas, Antonio me pidió que le ayudara con el comisariado de su exposición, a mí se me impuso que, ante él, ante la gente, y también ante mí mismo, tenía que dejar sentadas algunas señas exclusivas de la labor de un comisario de exposiciones. A ver, por ejemplo se me ocurrieron frases de comisario, tipo: “tomadas de una en una, las obras de Antonio Plaza están animadas por un impulso hedonista”, o algo así, PERO, sin que algo así sea mentira, creo que esas frases les hacen el juego a los vendemotos de la cultura, que con un lenguaje distante y ampuloso, no hacen más que alimentar la oscuridad, favoreciendo con ello el desinterés y, por tanto, la ignorancia que hay alrededor del hecho de que alguien se ha puesto a pintar sin que nadie le obligue. Además, esos efectismos no son más que teatro barato. Entre la gente que va a exposiciones, están los que en su juventud escribieron un soneto y los que ahora se tiran en bomba. Todo está siempre a punto de convertirse en una tertulia en la que la gente se acaba poniendo fina mientras se enseñorean las pieles y las perlas. Y eso como que no.
En el tiempo de empezar a mirar los cuadros enfocándonos en esta exposición, Antonio me dijo dos detalles acertados sobre mis trabajos, dos detalles que yo mismo veo evidentes, pero que NADIE se había ocupado en señalar. Y pensé, pues esto es lo que puede hacer un comisario, más allá de ayudar a un amigo: señalar a la gente que no pinta las cosas que son tan evidentes para quien sí pinta. Y aquí presentamos EN GENERAL A MENUDO CUALQUIERA, una selección de trabajos que señalan los cambios que se han sucedido en el tiempo y el espacio de Antonio Plaza.
Los cambios evidentes, para quien pinta y para quien no, son de tamaño, de color, de factura. De carácter, incluso. Es lo que mueve a esos cambios, que ya es menos evidente, lo que nos interesa señalar, pues eso es un terreno que tienen en común quien pinta y quienes vienen a mirar. Más que un recorrido cronológico ordenado, queremos mostrar los diferentes ritmos, tonos y profundidades. La vida va moviéndose y con ella va moviéndose todo. A qué llamamos hacer, se mueve, igual que a qué llamamos pensar o sentir. Cómo nos comprometemos, hasta dónde y con qué. Todo cambia. Las apuestas. Las elecciones. Algunas cosas que estaban a la expectativa pasan a ser del pasado, por asimiladas, por aprendidas, eludidas o caducadas. Pasaron. Ocurrieron. Pasaron y algo quedó. Un clavo. Una mancha de color. A veces un deseo que fue una plegaria, un mensaje que no llegó a nada, un descuido que nos salvó. Todo eso ha ido cambiando. Lo que nos dolía no fue para tanto, y los grandes himnos ahora son tarareos despreocupados. Pintar o mirar, todo es vivir. Lo que vamos siendo, lo que estamos haciendo, son tanteos. Esto creo. Esto me parece. Esto no sé, pero me gusta. Esto me falta. Aquí me sobra. Y así, en general, a menudo, cualquiera, cada cosa a su manera, para dejar en cada momento, una muestra de cómo va siendo todo.
José A. González
Jag.
14_7_22

No hay comentarios:

Publicar un comentario