7 de marzo de 2015

FANTASY AFFAIRE


He salido por la mañana, y se han juntado el solecito de marzo con un montón de naranjas en un puesto, al lado de un montón de tomates. Algunas veces sentirme bien es muy sencillo.

Sigo andando por la calle, y tengo en el estómago un nerviosismo que me hace sentir que quiero a todo el mundo. En los semáforos me quedo con la mirada congelada en un punto impreciso, en la lejanía, y juego a que después del vaho, esperando en el otro lado de la calle, se me aparece una solución, o por lo menos una respuesta puntual a los escollos de mis planteamientos. Y el mundo gira entonces más lógico, y la mente bla blá, y cuando la dicha empieza a ser plena, pues de repente cambia el semáforo y tengo que cruzar. El andar, como que se me tambalea, una chica con un bicing hace un sonido siniestro, otros van alelados, como absorbidos por sus cargas, y por lo demás, supongo que lo normal, las prisas, los taxis, el segurata que se aburre, que sospecha, dos adolescentes se ríen, dos perros se huelen, en fin, me he puesto a pensar en la ropa que llevo puesta, parte de mi ropa normal para un día laborable, pero no sé qué me ha dado por pensar en la que hoy he elegido. De repente me he dado cuenta de que se me ve de lejos, y he pensado en que se me siente, se me piensa desde fuera. Y la verdad es que no sé si esto se lo plantea la gente que me rodea, pero yo ando dándole vueltas, camino de un trabajo puntual, y no hago más que alargarme en la pregunta de:

si tú fueses una de las desconocidas del metro, si me estuvieses mirando, en silencio, si estuviera yo estando sin verte, ¿tú qué verías?

Me pienso a mí mismo mirando las naranjas, los tomates del mercado, relucientes, llenos de vida, mientras tú me miras a mí, sentado en el vagón, a media distancia, en mis cosas. Y pensando en eso, me viene la fantasía de que podrías hacerle caso a la sospecha de que eres una mujer única, de que tienes un lugar digno y amable en el mundo. Y yo sigo alelado, oliendo como un perro sin amo que es posible prolongar en el alma el solecito de marzo. Que me miras de lejos y soy algo en quien te ves. Alguien en quien eres sin estar. Y el mundo y la vida normal ya te pueden decir bla blá: tú te sientes en tu sitio mientras me miras. Esa es la dicha más sencilla que te puedo fantasear.




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1 comentario:

  1. Flamante nen... porque cuando sin querer ser siendo tu eres ella

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