15 de septiembre de 2015

CUIDADOS

El amor tiene
la pata coja
media lengua, una cuenca vacía.

Hay que caminar
a su lado, mirar
por él, decir con él sus cosas, darle
constante fraterna compañía.

Que no nos sienta cansados,
el andar renqueante.

Que no nos entienda escépticos,
la mirada
helada perro blanco
burla de dolor hastío.

Que no nos oiga
desdiciéndonos antes
ni después del canto del gallo,
desprecio
por la uva morena, desperdicio
de la savia del vino rubio.

Dame la mano y que el amor
nos sienta con ganas, niña.

Dame, por amor, lugar
en tu alma, en la piel
cobijo. Pues está sólo
en tu mano y la mía
que el amor no nos piense en la muerte.


Jag._15_sept_2015

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