Después
de todo este precipitarse que parece que se nos alarga, al final me
está pareciendo que la única alegría utilidad nobleza a la que voy
a poder aspirar es a hacer alguna cosita tonta, de ésas que
consiguen, de alguna manera, que la gente que está hasta los putos
huevos como yo esta mañana, consiga, por lo menos consolarse
malamente, entretener su miseria soledad medianía, a pesar de
tirarse diciendo todo lo largo del día, vale, ella no me va a amar
nunca, vale, ella no va a mover un dedo por aprender a quererme,
vale, ella siempre conmigo para estar aireándome el tufillo de que
tiene sobre mí el poder de mi devota, estúpida atención por la
remota posibilidad de dejarme guarecer medio minuto bajo los aleros
de su arco del triunfo, ésos que yo magnifico en la distancia, ésos
que yo acaricio imaginalmente hasta el desquicio del deseo, vale, yo
sé que ella lo vale pero no, yo sé que ella lo vale y sé que ella
sabe que yo sé que ella lo vale, y vale, yo sé y ella sabe que con
éstas, todo se ve aburrido, hastiado, medio consumado, vale, y con
este escaparate de esperanzas degradadas, yo no sé, aunque ella
sabrá, quién es el guapo que sacará gota de amor de su silencio
obcecado, ya le ponga por corona mi frustración o mi ternura, ya le
ponga corazón, ya le ponga cojones razones rechinar de dientes, ella
va a mandar, ella va a administrar con abuso y usura los sublimes
caldos de su graciosa majestad, ella me va a desperdigar por el campo
con lozana indiferencia, ella sólo ella parece tener el botoncito de
vamos a funcionar, y yo, vale, qué quieres que te diga, yo estoy
haciendo todo lo posible por mantener potrillo corredor el brío
juvenil que todo lo renueva, yo pongo por mi mano la intención el
material, yo pongo trasponer, yo pongo solicitar, yo pongo
comprender, yo pongo esperar, interpretar, sonreír, cabalgar alegre
dudosamente envalentonado atravesando mi ruina, yo pongo algunas
veces ya no puedo más, yo pongo por favor dónde vas, yo pongo
adónde miras, yo pongo adónde pones tu preciosa intensidad, la
frescura polilla nocturna en bragas en mitad de la mañana, yo pongo
las respuestas que no preguntas, valor solicitud plano itinerario por
el mapa de un país inexplicado en mitad de un your heart is broken,
and the doors are open as you´re hoping to be, and i use to leave
the simple brighter places to see, hostiaputa, que te pongo palacios
en las narices y no te das por enterada, ya te puedo decir misa,
llevarte banquetes que tú ni tocas tenedor ni me abres una entrada.
Ya no sé
qué hacer salvo amarte, mi dulce dureza endemoniada, ya no sé qué
hacer sino anhelarte conformado en el bicheo, mi espinosa selva ufana
en distancia oscuridad silencio. Ya queda poco niño en mi alma de
adición sustracción. Ya queda poco aire en mi mundo de quererte
atravesándolo todo, y no moveré un dedo por tu prisa y no pondré
verso por tu engaño. Todo. Todo lo que pase se va a mover por tu
mano, santa voluntad, risa nerviosa repentina lucidez orientándose
–quizá- hacia mi pecho nevado.
Yo
tengo, amor, el verano despedido desde mediados de agosto. Para la
primavera, campaña por la fugaz alegría, no me siento aspirante. Y
qué puedo esperar del invierno que venga de tu mano, si el otoño
viene siendo un tonto desnudar de lo que siento, en sequedad, caída,
en mudos frutos que no dan señales de vida.
Quizá
te has pensado que mi voracidad es para siempre. Quizá te has creído
que tengo en mi casa un árbol fastuoso del que sin límite puedo
sacarte mi brillo seminal. Tú desengáñate, amor, que el verso
boquea y el hombre se muere, por mucho stay on the scene like a
lovin´ machine que te estampe en la libreta.
¿Y ves
lo que pasa? Me acabo viendo perdido, despistando a la gente. Acabo
dando la espalda a la tercera persona, a la distancia que necesito
por mi alegría, por mi utilidad, por mi nobleza. Acabo en el puto
ninguneo de mi cosita, sacando tonta ansia por el amor que se me
endurece, tú parada mirando quién sabe, yo dando medios pasos a
ninguna parte, añadiendo un poemita, otro poemita, y otro poemita,
joder, perdiéndome en esta tonta intensidad obsesa pidiendo que me
vengas pezón montuno, ulcerando mi paciencia majestad, deseando que
me aprietes aunque sea un hombro sobaquera ardiente, clamando mi
desnudez por el bien del cielo que nos cubre, para que me atiendas de
una vez chocho bravío y nos entreguemos a algún mordisco de Dios
del aliento incontrolado. Yo lo sé y tú lo sabes, que estos tiempos
están marcados. Yo lo sé y tú lo sabes, que aunque no me
comprendas vas a saber de golpe un día que el asombro me es
indiferente, que aunque no eches de menos nuestro tiempo, un día,
tú, te acordarás de hoy, y te suspirarás.
Jag.
_23_sept_2015
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