al amor,
a los amantes.
Decirlo
sin más sólo
beneficia
a quien
lo mira
lo oye
sin
poner nada
de su
vida
de su
corazón en juego.
Digno,
respetuoso
con el
amor mismo
es que
los amantes
lo
lleven en sí, lo compartan
con la realidad circundante,
como se comparten a sí mismos,
pues sólo es natural repartirlo
cuando sale de ellos,
que lo
hagan lo construyan,
que lo
entiendan lo vivan
íntimo
grande
pleno
comprensivo.
El amor,
para los
amantes que lo trabajan.
Los
amantes,
para el
amor,
al que
se dedican.
Gràcia_29_sept_2015
.
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