24 de agosto de 2020

CONTROL TETA


Lo que interpretas de mi no es lo mismo que quien soy. Confundes eso, y queda más bien ridículo tu intento por lo íntimo, pues ni me rozas.
Me haces un traje que tú sabrás por qué me haces. Un día me atosiga de estrecho y al siguiente hay paño para vestir a una familia bien avenida, que come toda junta. No hagas remiendos por lo que yo te diga: siempre me sobra, pues no te pedí que me vistas. La arruga, la talla, el color, sólo cambian por las veleidades de tu nubarrón, créeme. No tiene que ver conmigo.
Quizá no entiendas que quien soy es algo desnudo. Que todo lo que me vas añadiendo es un paso en falso, vestida de novia, entrando trémula, sin necesidad, en un lodazal resbaloso.
Mi corazón está desnudo, como te digo, delicado, desvalido pezón pegado a un hielo. Pero no sabes lo claro que es, tan callado y despreocupado, al verlo todo. No lucha y no espera. No sabe a qué atenderá, y ama como tonto, sin enterarse y sin mesura.
Por favor, no entretengas mi tontura con lágrimas de Judas, besos de cocodrilo.
Quédate en paz, sabiendo que respeto lo tuyo, aunque vayas entendiendo que me importa una mierda.
Todo, a veces, es un hermoso y fugaz pequeño trino, escondido en lo profundo del zarzal. A ver dónde habrás leido tú que tan sólo por escucharlo haya que cambiar de vida.
Jag.
2_8_2020


.

No hay comentarios:

Publicar un comentario