24 de agosto de 2020

TAMPOCO ES QUE HAYA QUE SENTARSE A REFLEXIONARLO TODO


Mientras llega el momento claro en que voy a celebrar la vida, ella está retirándose como un aroma fugaz que se pierde sonriendo. Mientras tanto, aquí me quedo con los trastos, la música de los ruidos, y el dormir con su despertar irremisible. Es cuestión de darle unas vueltas a todo esto. El sabor no es peor que si lo hubiera vomitado, la verdad. Hay que seguir adelante, así, en pasivo, hasta que de repente bendito el que viene dulcemente clavando espuelas en los costados de la honestidad. Llegarán estupendas noticias con su alegre trotecillo, a decirte no todo está perdido en este mundo descompuesto, no lo dudes. Mientras eso, aguanta, y mientras tanto, pues tampoco es tan grave. Traga. Es verdad que se adivina algo sólido dentro del diario buñuelo gelatinoso que se te pega al cielo la boca. No es duro ni punzante, es un ovoide de cartílago inofensivo que resbala cuando le clavas el diente. No es que sea un sufrimiento, tampoco te columpies. No es veneno, es grima. No es doler, es asquear. Sobrevivirás. Traga, que no todo está acabado. Mientras le das vueltas a las soluciones que se proyectan y se tiran de panza hacia el mañana, has notado una tensión sutil en la comisura del labio. Es un pelo largo. Con dos dedos lo tocas y te preguntas, será rizado de color caoba. Puede ser, o también negro con reflejo azulado. Es probable, o puede que platino o cano gris ceniza. Y con los dos dedos cogiéndolo te dices del sabor que le está dando a tu vida su acondicionador, o su champú de finas hierbas, o su mascarilla de miel, de huevo, de mayonesa de aguacate.
Mientras llega el momento de celebrar mi puta vida, mientras llega el momento de agradecer a tiempo completo, he intentado que todo eso se quede en un accidente infusionado. Que no tengamos que soportar fans ni cargar con damnificados. Nadie se alarme, pues. He tirado con dos dedos, lo he hecho lo mejor que pude, y ese pelo tiene como un apego más allá de la garganta. Será rizado de color caoba, puede, será negro tizón azulado, probable cano platino encenizado, no recuerdo ya de dónde viene. Ha entrado más allá de la nuez, y está como al corazón agarrado. Ya de poco vale tirar para escupirlo. Traga, entonces, me digo. Traga otra vez, adelante, y que nadie se me excite se me alarme. La gente a la que no le importas también está esperando a ver qué haces.
Jag.
7_8_2020


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