20 de enero de 2021

EN LOS CAMPOS

 


Por pedir, así, en vacío, mirando a donde yo me veo, yo pido tu fe, porque quiero tu audacia. No son florecitas ni música de flautines colándose en la vida como rayos de tibio sol sereno. No son caricias ni cantos simples de un bobo bienestar. Pido tu rabia por la sangre que reclama ahora su lugar verdadero. Tu exigente pedir a la vida lo mejor. A dentellada pura, como una niña caprichosa. 


Como los rayajos deshojados de los nogales arañando el viento gris, como un ilógico cataclismo, que desencadena las fuerzas primarias que teníamos olvidadas, descuidadas, es así, finalmente, cómo lo que parece insostenible, se acaba abriendo paso en la vida normal y te dice, ven siéntate, mira cómo traes los pies de barro, y te ve las manos abrazadas a la taza de caldo, y en silencio te chupa la sangre de un dedo, compartiendo contigo esas heridas pequeñas que aguardan escondidas en los campos.


Jag.

20_1_21



.

No hay comentarios:

Publicar un comentario