Estás en todo
lo que miro, el sol,
que siempre vuelve, tanta
alegría sencilla que te debo,
los veneros que de la tierra preñada
al camino nacen diciendo
recuerda siempre que con ella
es posible, y el frío que te recoge,
la mano quieta, la mirada
contenida adelante, el beso
de extravío en la pantalla,
lo que no podemos,
lo que no sabemos,
lo que no somos ni estamos
ni tenemos todavía.
En todo estás como cuando
se fue la negra sombra que asombra.
Ahora yo tengo que saber el modo,
ahora yo tengo que dibujar
sostener el alcance, decir
mi don por las calles las esquinas,
y afirmar con todo mi color
esto es lo que doy de ver al mundo,
esto es cuanto aporto a su ser,
a su olor, su sabor. Esto es
cuanto quiero darle de vivir. Esto,
esto es, y esto va y sigue siendo, llegar
adonde mucha gente
que no me espera,
y encender la luz,
entender del todo
el Oeste,
el verdor,
tu mirar hasta levantar
un lugar tuyo y mío
para todas para todos.
Salgo ahora hacia la nueva era
que no sé. Y voy contigo sola
ardiendo de frío
en tu casa de mi corazón.
Jag.
12_1_21
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