16 de julio de 2021

CARTA DE CAMPO

 


Hola, ahora mismo estoy pensando que creo que me abandonó para siempre la madre de la ciencia, compañera de la sabiduría.


No sé qué hacer. Aunque sí que sé sentir lo mismo. 


Tampoco sé si pensarte así de indiferente por los largos huecos entre nuestras noticias. Quizá es que ya somos lo suficientemente conocidos, y ha quedado como un apunte sin tensión. Para arreglar las cosas, el algoritmo me envía casas en las que yo imaginaba alojarme contigo. 


Debo confesar que me di aquella ducha fría porque no encontraba más conversación: me asfixiaba ese dolor indescriptible que no comprendes. Es mucho más que una incomodidad del corazón.


Cuando salí me sentía solo como siempre, y no me acompañaba nada la lluvia de animalitos.


No dejo de pensar en tu ropa de colores, en tus zapatos, en tus blandos insultos para reírnos, y sigo desviando a toda costa el tema de las gotas de tu sudor.


Jag.

13_7_21



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