10 de julio de 2021

COSAS QUE NOS FALTAN EN EL CHAT


La gente miramos desde nuestras cosas, como debe ser naturalmente faltaría más.
Y nos hemos educado la palabra y la emoción con producto barato de consumo digital de digestión automatizada, cada diez minutos un personaje nuevo, al cuarto de hora un cambio trascendente, dos horas en total para una vida tan completa, tan lógica y estructurada. Y giros imprevistos justo cuando todo se precipitaba, y el guapo o la guapa se salvaban de verdad por su cuenta o los unos a los otros. Los infiernos tienen puertas, y los paraísos yerba fresca, descansos y divanes. Música para cada cosa, y conclusión, y crítica, y ruegos y preguntas y risas en los bares.
Así va uno por la calle manteniendo el tipo amablemente y la gente lo miramos desde nuestras cosas que están acomodadas en algún modo entre esos extremos tan baratos, y le miramos y pensamos seguro que está todo bien, porque creemos que el dolor, el desequilibrio, el destrozo, sólo pueden darse en algo violento, desgarrado y ruidoso, una fibra que se raja desde dentro, una piel que se infla y que explota y despierta la intranquilidad en el mundo. Pero no tiene que ser así de claro, resoluto y conclusivo. La cosa con el dolor casi nunca está dibujada con línea, y tampoco es una mancha que se puede matizar o limpiar o embellecer con otra capa. El dolor es como una atmósfera que puede estar llenándolo todo sin decir esta boca es mía, y nadie entiende que ese dolor puede ser una cosa pacífica y lenta como una podredumbre desde dentro, que es un precipitarse vegetal humilde y callado, donde todo empezó un día cualquiera a perder consistencia y entereza para seguir sirviendo de estructura que mantenga de pie al espíritu. Quizá no se entiende que detrás de una cara sonriente, detrás de una piel de un cuerpo amable y un espíritu jovial haya un desierto frío alfombrado de frases muertas que nunca van a salir de la boca, un campo de aire parado sin sustancia ni temperatura, lleno de amor para dar, aunque naturalmente abortado, inconcluso, malformado, cobarde, silenciado, descreído, ninguneado, enmudecido, raro, apagado, absorto, bloqueado, ebrio, tartamudo, despreciado, roto, arruinado, sucio, sobreseído, burlado, truncado, equivocado, humillado, o insuficiente.
Y la gente miramos desde nuestras cosas, como debe ser naturalmente faltaría más.
Jag.
5_7_21


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