17 de marzo de 2016

CORAZONADA


No aporto datos, sólo la corazonada de que si no hubiese ejércitos, por ejemplo, no habría refugiados de Siria muriéndosenos en las puertas de Europa (cuna de la civilización). Sin ejércitos no habría que hacer tanta misión humanitaria. Deberíamos hacer la cuenta de cuántas furgonetas de médicos voluntarios viajarían por el precio de un blindado con cinco o seis soldados obligados. Total, si no van a dar tiros, para qué pagar el precio del cañón en el vuelin, digo yo.
A quienes se apresuren a mostrarme la foto de un soldadito besando niños y poniendo inyecciones, que recuerden que básicamente hacen cursos de primeros auxilios porque suelen currar en contextos de muerte. Los cursos son para ellos mismos. En realidad entrenan para matar. Son personal disuasorio en nuestras fronteras, salvaguardando la virginidad territorial de los poderosos. Un trabajo como otro cualquiera, sí, pero que no me los vendan como papanoeles de camuflaje.
La verdadera labor humanitaria se hace muchísimo antes de que todo reviente. Claro que, naïf de mi, obvío que en el reventar está el negocio principal de este puto mundo civilizado: la extorsión y el ordeño exhaustivo de la riqueza del pobre, que por eso lo es, no por su mala suerte o su falta de ambición.
Menos leche, de la que se bebe, y de la otra, habría que repartir en un mundo civilizado de otra manera, con menos desfiles y juguetitos de tecnología punta. Es una corazonada.
Jag.
17_3_16


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