31 de marzo de 2020

Día 11 del confinamiento,


HAY QUE VER CON LO QUE YO TE HE QUERIDO SIEMPRE
Te escribo para avisarte de que te cuides de tanto listo que se te va a poner grave. Te van a sacar seguro el tema de la muerte. No les hagas caso. No saben nada.
De la muerte sólo podemos saber de oídas. Es peor que no saber nada, porque sabemos lo que nos cuentan lo que quieren contar quienes han visto morir, o que les han contado muertes, o las han oído en un mercado o en una película, o las han imaginado. No te cuentan lo que es. De la muerte sólo sabemos de oídas de gente que no sabe qué es la muerte.
Te cuentan, como te digo, lo que oyen o lo que ven, como mucho: lo que les llega a través de los sentidos ¡Los sentidos! ¿Te vas a fiar de los sentidos? Los sentidos sirven para evaluar lo saludable, que compruebes que lo que comes no huela peor que lo que vomitas. Tan simple. Son para que ayudes a decidir cuánta salud puedes prorrogar con una chati que pasa por la calle, sus formas, sus maneras, sus expresiones, es decir: receptáculos sanos y decentes para que vuestros ADNS sigan adelante cuando os vaya tocando torcer definitivamente la expresión. Los sentidos están más por la pura supervivencia irracional que por una indagación efectiva de la verdad. Te acercas a la llama, los sentidos te dicen no te acerques más a la llama. No les haces caso porque eres un listo, los sentidos te dicen te lo dije, y te duele y lo aprendes, aunque ya has perdido un poco de tejido adiposo.
Te escribo para avisarte de que te cuides de los que te cuentan lo que sienten. Igualmente, van a acabar hablando de la muerte. Por alguna avería en su educación emocional, identifican lo grave con lo serio y lo importante y digno de ser contado. Pobres. Por eso te montan un escenario oscuro y misterioso con lo que ellos han sentido después de lo que les cuentan, después de lo que oyen o después de lo que ven acerca de la muerte ¡Lo que sienten! ¡Lo que encuentran en su corazón! Decía Goethe que ves el mundo como lo que llevas en tu corazón. Y lo que llevas es salvar el culo, que es lo mismo que llevamos todas y todos. Tantas historias. Lo que te cuenten de la muerte es para reclamar atención. Que estás en un camping o en una moraga sin conexión, y si no hay guitarra, dices pues me gustaría compartir con vosotros diversas consideraciones que he pensado acerca de la naturaleza de la muerte, y ya tienes a todas las pibas alrededor. Todas. Y no veas cómo se te empiezan a enturbiar los sentidos. Ni caso.
Nadie con dos dedos de salud sabe nada de la muerte. Cuando ya estás en el tema, cuando empiezas a saber de verdad qué es, es que ya es demasiado tarde. Te mueres sin tener demasiado tiempo para asimilar lo que es, que te está pasando a ti, que te va a pasar sólo esa vez. En esas condiciones, yo dudo de que se encuentren las ganas, las razones y las palabras para contar a quien te pille cerca el morirse, de verdad, qué es.
Jag.
24_3_2020



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