21 de febrero de 2018

No espero nada de ella,


ni de ti, ni de mí.
Muerdo la manzana,
y el sol está empezando
a encontrar sus fuerzas.
Es ese calor sin destino,
que se va
entregando generoso
por el campo, por las calles.
Es ese calor mío
que conmigo
vaga sin rumbo,
entra, sale,
se queda un poco
en las habitaciones.
Mientras todo
se va apagando.

Jag.
17_2_18


.

No hay comentarios:

Publicar un comentario