21 de febrero de 2018

TODO ESTO


Yo pensaba que la vida entera es un texto de amor. Y como sólo se escribe y se vive una vez, sin tiempo casi a ir leyéndola, también pensaba que a la vida hay que ir con todo. Con lo mejor, si tienes tiempo de elegirlo, o por lo menos con lo que tengas a mano.
Pero después pienso en quién soy, en cómo y en qué estoy. A qué dedico mi voluntad y en qué vienen a resultar mis intentos. Y bueno. No puedo dejar de pensarme como una bola de polvo que sale de debajo de la cama, compuesta por los restos de quién sabe cuántas cosas, cuando recién acabas de limpiarlo todo.
Me da por llorar de risa o al revés, cuando me veo en esa bola de polvo rompepelotas, llevada y traída por el viento, por el simple arrastrar de una maleta, con su triste rotulador fluorescente, subrayando a todas horas todo lo que considera de una importancia capital, no vaya a ser que se le escape algo.


Aquí la serie completa de "ES QUE NO TENGO ROPA DE DIARIO".
Incluido el VIII. (Inédito)
Gracias.


Este texto se escribió como presentación en FB de otra entrada del blog: "ES QUE NO TENGO ROPA DE DIARIO". 

No hay comentarios:

Publicar un comentario