23 de octubre de 2019

En la parte blanda


de dentro de mis huesos
acabo de comprobar
que tus ojos son posibles
me miran un segundo,
fugaz silenciosa llama.
Ahora, porque he pasado veloz
a mis quehaceres por delante
de tu cuerpo de tus manos de la piel
de tu voz callada, ya solo,
trabajosamente serenado,
en ahogo febril he pensado
yo te haré una ventana
en el aire de este mundo.
Una ventana que te sigue
en el aire de este mundo.
Invisible a otros ojos,
una ventana yo te haré,
en la que tan cerca
tan lejos cuando tú quieras
me verás mirándote asomado.
Jag.
31_7_19

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